sábado, julio 01, 2006

Lupita Jones, también contra la talla cero





Lupita Jones, también contra la talla cero

Si en el Museo de Cera de la Ciudad de México quedará su estatua para siempre a partir del próximo mes de mayo, la imagen de Lupita Jones se perpetuará también en sus esfuerzos por apoyar a una clínica que combate los desórdenes alimenticios femeninos.
Todo empezó cuando la mujer seleccionada como la más bella del mundo en 1991 invitó a Araceli Aizpuru, la directora de la Fundación Ellen West -una clínica especializada en tratar esos trastornos desde hace una década-, a dar una plática sobre el tema en el certamen "Nuestra Belleza", que ella preside.
"Nunca habíamos tenido una plática sobre el tema y lo que me gustó fue que las chicas se mostraron muy interesadas, muy participativas, con muchas preguntas y muchas dudas", expresa la ahora empresaria y madre de un niño de ocho años en entrevista exclusiva con Notimex.
Desde entonces, Lupita Jones -cuya facha 15 años después de llevar la corona de Miss Universo es la de una mujer fuerte, sana, de piel hidratada, bronceada y siempre bella-, se ha convertido en una activa portavoz de la cruzada contra la anorexia, la bulimia y el comer compulsivo que impulsa Aizpuru.
"Los concursos de belleza han sido satanizados por el problema creciente de anorexia y bulimia, cuando no necesariamente surge ahí. Se trata de un problema de autoestima y de seguridad interna", afirma la ex reina de belleza.
"Siempre buscamos culpables de nuestros problemas por fuera. No somos valientes como para decir el problema soy yo. Por eso me pareció una gran responsabilidad social involucrarme" con la campaña de Aizpuru, cuyo lema es "Di No a la Talla Cero", agrega.
Con su participación, Lupita busca influir en "ese mundo considerado vulnerable" a los trastornos alimenticios, como son las jóvenes y las adolescentes. Su mensaje para aquellas que consideren participar en algún concurso de belleza es: "no necesitas ser anoréxica ni bulímica para ganar".
En su caso personal, como la mujer "prudente", amante del deporte y del ejercicio que es, siempre necesitó alimentarse bien y nunca tuvo esos trastornos alimenticios, cuenta.
"Como bien y bastante, aunque cuido mucho lo que como. Pero ahora, con un hijo de ocho años,¡no me escapo de las hamburguesas y las papas fritas los fines de semana!", agrega.
Lupita confiesa sentirse "una mujer integral"; es decir, una mujer que "lo quiere todo: quiere estar guapa, tener un buen trabajo, ser reconocida como una mujer inteligente, ser mamá pero también ejecutiva".
Haber estado en la posición de hacer lo que "sólo una mujer al año puede hacer" transformó su vida en lo que es ahora: la de una madre, una ama de casa, la directora del certamen "Nuestra Belleza", Embajadora de la ONU, Coordinadora de apoyo a las Niñas Maltratadas, conferencista, imagen de L`Oréal, ejecutiva de Televisa y vocera de la Fundación Ellen West.
"Mi vida es el resultado de haber sido Miss Universo. Eso me abrió un abanico de posibilidades que nunca hubiera tenido en situaciones normales. Ahora, disfruto mucho lo que hago, especialmente el trabajo social", revela.
"Siempre tuve claro que no quería vivir en una jaula de oro, aparecer como una persona inalcanzable, como una estrella fugaz", reflexiona. Y vaya que no lo es.
Sabe, además, que la situación de muchas jóvenes es alarmante, en México y en otros países, toda vez que la bulimia y anorexia registran la más alta tasa de mortalidad entre las enfermedades siquiátricas; de cada 10 casos hay un fallecimiento a causa de la desnutrición, insuficiencia cardiaca o suicidio.

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