martes, junio 27, 2006

En mi agenda, mis hijos son primero: Rosario Green





En mi agenda, mis hijos son primero: Rosario Green

Por María Lourdes Pallais

México, 31 May (Notimex).- Se define como una "política intelectual", que de su enorme alegría de ser madre ha logrado derivar "la capacidad de pensar en grande", y se confiesa convencida de que la mujer moderna tiene los atributos para brillar en política en América Latina.

Es Rosario Green, un "cuadro" de primer nivel del Partido Revolucionario Institucional que ha recorrido el mundo y ostentado todo tipo de cargos en el país y fuera de él, logrando que América Central dejara de pensar en México con el temor del "hermano mayor".

La graduada en la Universidad de Columbia vivía en Austin, Texas, donde fungía como catedrática y profesora, cuando la llamaron para encabezar la Secretaría General del Comité Ejecutivo de su partido, lo que aceptó por el desprestigio que antecedía a ese cargo.

"Qué bueno que me invitan no nada más a regar el jardín floreado sino también a arar la tierra", confiesa la ex canciller y ex subsecretaria de Naciones Unidas sobre el cargo que hoy ostenta tras el conflicto entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo.

La también catedrática, de 65 años de edad, se siente "llamada a servir en el poder Legislativo", lo cual planea hacer incluso al margen del resultado de las elecciones del próximo 2 de julio en las que encabeza la lista plurinominal para el Senado.

Con una elegancia innata, un rostro severo pero cálido, vestida con un sastre azul y su sello personal: un collar de perlas, la ex presidenta de la Fundación Colosio recibió a Notimex en su amplio y sobrio despacho del CEN del PRI.

Iniciamos la plática con una pregunta sobre un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo por una tendencia a la "femenización" de la política en América Latina. Contó que ella participó en ese proyecto, como integrante del equipo de trabajo de la institución:

"Se ha dado una femenización de la política, en las legislaturas el peso de la mujer es importante: En algunas, como Argentina, es espectacular. En otras, como México, por lo menos el 30 por ciento -por el Código electoral- tiene que estar garantizado, aunque hay momentos en que el conjunto de los partidos no llena la cuota.
Creo que porque primero fue adoptada como una decisión interna de los partidos pero es interesante que un tercio de las bancas tienen que estar ocupadas por mujeres (.). Es interesante notar que Michelle Bachelet es en realidad la primera mujer presidenta en América Latina por peso propio.

¿Qué atributos ponen las mujeres a la política?
Creo que lo tradicional. El rol social que nos fue asignado es al mismo tiempo origen de nuestra fortaleza. ¿Qué hemos sido? pacificadoras, conciliadoras, puente con los hijos, con el servicio doméstico. Administradoras de los bienes familiares, patrimoniales. En áreas rurales, estar al frente de los enfermos, de los ancianos. Tenemos las herramientas para ser jefes de Estado. ¿Qué función de un jefe de Estado no sabemos hacer? Trabajamos con temas de pobreza, sociales, de educación, ¿qué nos falta? A veces hasta con temas de guerra y paz, cuando hay que resolver conflictos. Creo que puede haber una América Latina antes y después de Michelle Bachelet.

También el estudio señala una percepción que las mujeres son más honestas que los hombres...
Ciertamente, tenemos que hacer que el gasto alcance. No importa que tengamos un trabajo y que percibamos por el un salario y tengamos un compañero, el aporte de ambos es generalmente administrado por la mujer. Y es la mujer la que sabe cuánto se puede gastar y cuánto no.

¿Está listo México para tener una mujer presidenta?
Sin duda. No nada más ahora. Ya tenemos algunos años de saber que existen cuadros preparados y sobre todo con la pasión necesaria para una campaña de nivel alto, sin diatribas, sin adjetivos, para un buen resultado electoral y gran coherencia entre la oferta y el hecho de gobernar. Es parte de los atributos tan arraigados y cómo hemos sabido utilizarlos en ventaja y no en contra nuestra. (La mujer tiene una) tendencia al orden en lugar de desorden, a la incorporación en lugar de la exclusión. tradicionales debilidades que acabamos convirtiéndolas en ventajas y empoderamiento, en crear esta especie de cadena de mujeres. No puede ser que sigamos aceptando que el peor enemigo de la mujer es la mujer misma. No es cierto.

O que la mujer misma promueve el machismo...
Es otro cliché. depende no solamente del trato de la mujer a la hija o al hijo, también de que ambos son sujetos no objetos y por lo tanto participan afuera, en una ciudad que tiende a eliminar poco a poco el prejuicio. que el macho sea macho y la nena sea nena no es un valor, es una aberración y los chicos aprenden afuera la igualdad que a veces en el hogar no se da.

¿Qué le ha dado la política a Rosario Green?
La posibilidad de ejercer sin cortapisa una militancia en la que creo, de llevar a término algunas metas de las que estoy convencida.

Rosario Green recuerda que proviene de un hogar tradicional, donde por un lado se cree absolutamente en la educación pública como un sistema de movilización social, satisfactor de carácter personal, de ingresos o profesional, pasar de una casa alquilada a una propia, de cuántos hijos tener y donde la orientación más que política era religiosa:

"Todo lo que no era en esos códigos era un poco comunista y por lo tanto desechable. Yo he sido una gente que tuve el corazón en la izquierda y lo he buscado mantener con mesura (.) ya mayor, me permitió tener una militancia activa y poderla canalizar en lo que yo quisiera. Esos mismos padres, y sobre todo mi padre que se afligía
muchísimo, murió orgulloso de que yo participara en política".

"La educación me permitió alcanzar conocimientos que me hacen un mejor individuo, la política me permitió poner esos conocimientos al servicio de algo mayor (.) Y en la Cámara de Senadores mi propuesta es comprometerme con esas cuestiones pragmática que tanta falta nos hacen, porque todas estas discusiones principistas (.) están muy
bien (porque) le permite a uno presumir de sus conocimientos, pero a mi me interesa trabajar con temas muy concretos".

Ahora me gustaría hacerle la misma pregunta al revés: ¿Qué le ha
dado Rosario Green a la política?
Lo mejor de mi misma, mis convicciones y sobre todo mi coherencia. Siempre he buscado darle lo mejor de mi. En la Fundación Colosio donde el político era lo esencial, también busqué el estímulo académico. Como subsecretaria, me dio la tarea de trabajar en América Latina y trabajé en los ámbitos no solamente políticos, también lo cultural y de cooperación internacional, y ese viaje desconfianza que no se elimina nunca del todo de Centroamérica frente al hermano mayor México, yo traté de enmendarla creando puentes. Como canciller atendí mis responsabilidades a todos los niveles. No solamente buscando que la gente del servicio exterior tuviera buenas
oportunidades, que se tomara en cuenta sus necesidades, a la gente de base, que no tenían salarios decentes, que tuvieran alicientes y creyeran firmemente en la camiseta.

Usted dijo hace poco que en el PRI el ascenso de las mujeres no es "ninguna dádiva". ¿Podría abundar?
En la vida hay que ser siempre agradecido. Pero la posibilidad de vivir los puestos que vamos conquistando como una dádiva es una mirada equivocada cuando hemos marchado codo a codo. En los partidos políticos, y el PRI no fue la excepción, las mujeres teníamos asignadas ciertas tareas: ve y recolecta, haz banderitas,
asegúrate que el salón esté limpio. Podemos hacer eso pero también ser dirigentes y senadoras y diputadas y presidentas municipales. Las dádivas se otorgan. Los puestos se ganan. Y nosotros nos hemos ganado nuestros lugares.

¿Cómo ve su futuro si regresa el PRI a la silla ejecutiva?
Yo creo que estoy llamada a servir en el poder Legislativo. Quiero ir a sacar esos temas difíciles que después se meten detrás de los temas grandes. Tengo dos hijos que me han enseñado mucho. El mayor Gabriel es como yo: economista, le gusta la parte internacional pero trabaja en el sector privado y Daniela, la menor, de 27 años, tiene un espíritu generoso y está volcada a trabajar con adictos. Le he aprendido muchísimo. El tema de las drogas ya no es tanto el de la marihuana, cocaína, heroína sino el de las drogas caseras, el de las drogas boutique y el de las que pueden hacer los adolescentes bajando recetas del internet. Esa gran batalla contra el narcotráfico la vi cuando era canciller. Me gusta la idea de dar la
batalla contra ese otro tipo de enervantes.

¿Ahí seguirá gane o pierda el PRI?
Sí, a no ser que Roberto Madrazo pensara que le puedo ayudar en otra cosa. Tengo un espacio prácticamente garantizado, aunque me parece muy pretencioso pero estoy arriba en la lista plurinominal. Tengo, sobre todo, un proyecto legislativo que pasa por el tema de la cooperación internacional, el combate a los precursores químicos,
origen de los enervantes modernos; el del agua, sin duda provocador de los próximo conflictos mundiales y entre entidades federativas. Y por supuesto, el energético (donde) PEMEX tiene que operar con criterio de empresa no de hermanita de la caridad.

¿Que busca Rosario Green de la vida?
En primer lugar, garantía de la seguridad de mis hijos. En mi agenda, siempre mis hijos han venido primero. Me preocupa mucho su seguridad personal, patrimonial y eso me permite jalar esa angustia a nivel nacional. Lo que más me preocupa en la vida es que vivamos en un país donde la incertidumbre es el denominador común (...)las inseguridades que tienen que ver con el mundo de hoy. Mi preocupación es qué pasa mientras vivimos y la incertidumbre en todos los temas: empleo, educación, salud. Mi meta en los últimos años que tenga para vivir en este mundo es contribuir a la certidumbre. Yo he logrado derivar de mi enorme alegría de ser madre la capacidad
de pensar en grande. No te voy a vender el tema de que soy hija de Simón Bolívar. Tuve la posibilidad de pensar en lo cercano y ya de ahí para pensar en grande.

¿Por qué aceptó ser secretaria general del PRI en un momento en que ese puesto estaba tan deslegitimado tras los conflictos de Roberto Madrazo con la maestra Elba Esther Gordillo?
Tal vez por eso. Porque el PRI como los otros partidos tiene derecho a que los que consideran -y perdón por la falta de modestia- buenos cuadros le ayuden en circunstancias de dificultad. Y qué bueno que me invitan no nada más a regar el jardín floreado sino también a arar la tierra.

Rosario Green es una intelectual política. ¿Escribe ficción, piensa publicar?
Lo que sí quiero publicar son algunos cuentos para niños. Yo contaba a mis hijos y le prometí a Daniela algún día coleccionarlos para ella.