domingo, febrero 05, 2023

López Obrador "se aprovecha" de Castillo, denuncian en Lima




Con la crisis política peruana el presidente mexicano “jala agua para su molino” en su carrera para erigirse como líder de América Latina, adelantando –por ahora– al presidente electo de Brasil, Lula da Silva, advierten políticos y diplomáticos del país andino. En entrevistas con Proceso, aseguran que la crisis diplomática causada por Andrés Manuel López Obrador ha dividido el bloque antes unido en la Alianza del Pacífico, iniciativa de integración regional conformada por Perú, México, Colombia y Chile.

LIMA, Perú (Proceso)— Mientras México se mantenga vivo en la imaginación popular de Perú y en el bolsillo de sus empresarios del sector minero, el “colapso social” de la nación andina –tras un fracasado autogolpe de Estado– servirá de plataforma al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para ganarle a Brasil el liderazgo en América Latina.

Si bien la mayoría en Perú coincide en que el mandatario mexicano se equivoca si piensa que en el depuesto presidente Pedro Castillo descubrió la reencarnación de Emiliano Zapata y Pancho Villa, pocos advierten que López Obrador se ha ubicado, al menos por ahora, por delante del gigante sudamericano en la región, al romper con su bullyíng una larga tradición de respeto hacia los asuntos internos del país andino. 

“Lula (da Silva) debe estar furioso” con su par mexicano porque la polarización, que se ha salido de control en Perú tras la ola de enfrentamientos violentos, con un saldo de unos 30 muertos, ha sido la oportunidad de oro para que López Obrador captara la atención mediática y se proyectara como ‘el defensor’ de un campesino de Cajamarca que llegó a la presidencia por serlo”, asegura Hugo Otero Lanzarotti, comunicador aprista (del partido Aprista Peruano) vinculado al sector de izquierda de ese organismo político.

En Perú la mayoría ha criticado a AMLO por el puesto que parece haberse ganado en América Latina ante los ojos de las clases populares, cuya simpatía se disputa con su colega brasileño Lula. Alberto Otárola, recién nombrado primer ministro del país andino, acaba de pedirle a López Obrador que pare “su incesante intromisión en los asuntos internos de Perú”, solicitud que el mandatario mexicano hasta ahora ha ignorado. Todos le piden lo mismo.

El choque con el gobierno de López Obrador disparó las alarmas en el reciente gobierno de Dina Boluarte y la obligó a crear una suerte de gabinete de crisis de relaciones exteriores. Un grupo de veteranos diplomáticos, que ya ha operado en ocasiones anteriores, al parecer acudió al auxilio de la canciller actual, Ana Cecilia Gervasi –a quien consideran inexperta–, para tripular la nave en el momento de tempestad.

Se trataría del mismo grupo que, en su momento, desbarató los planes de Evo Morales, quien buscaba fundar una confederación andina en Cusco, y de los mismos gestores del Grupo de Lima, conformado por 14 países, incluyendo Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y Perú, cuya meta es dar seguimiento y acompañar a la oposición venezolana en la búsqueda de una salida pacífica a su crisis interna.

“Nadie entendía por qué López Obrador decía lo que le daba la gana y nadie reaccionaba en Perú”, señala un integrante de ese grupo que parece querer bajarle la dimensión al enfrentamiento actual entre el gobierno peruano y el mexicano, alegando que “no es una crisis diplomática bilateral” –aunque a todas luces lo sea–, de acuerdo con la fuente que solicitó el anonimato.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2409 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 1 de enero de 2023.