sábado, octubre 27, 2007

Estiman que muchas madres trabajadores se han vuelto "narcisistas"



Estiman que muchas madres trabajadores se han vuelto "narcisistas"

* Exagerada, la obsesión con decisiones maternales: Kathleen Deveny

Por María Lourdes Pallais.

México, 16 Ago (Notimex).- Es cierto que la maternidad es "agotadora", pero las mamás con chamba se han vuelto "narcisistas", obsesionadas con la defensa de sus elecciones paternales y laborales, y defensivas al enfrentar otras que difieren de las propias.

Así se expresa la autora Kathleen Deveny, una periodista estadunidense de Newsweek, en un ensayo plagado de humor donde recuerda que la vida de la madre profesional no es tan interesante como para dedicarle tantos libros y novelas sobre su cotidianeidad.

Deveny se queja que la exagerada cantidad de literatura en las librerías de su país sobre la maternidad, sus opciones, obstáculos y sinsabores de la madre soltera trabajadora y la falta de apoyo del padre, ha logrado quitarle "lo divertido al género" femenino.

"Críe a su hijo como mejor le plazca. Pero por favor ya no me lo diga. Haga lo que quiera: quédese en casa con sus hijos, use ropas de gimnasio todo el día y haga su propia comida orgánica para bebé. Trabaje 60 horas a la semana(.)", exhorta la autora.

La escritora no niega que los esposos podrían ayudar más a sus parejas, que hay mañanas en que las mamás trabajadoras tienen que salir corriendo sin mirarse al espejo un segundo, que duermen poco y que es difícil encontrar guarderías buenas.

Pero, en su opinión, el tema se ha convertido en empalagoso en su país, y México no es la excepción.

En su ensayo, la escritora, madre soltera de un pequeño de siete años, hace un repaso de la gama de bien-documentados, aunque demasiado "ensimismados", artículos sobre "la guerra de las madres trabajadoras", de las mamás perfectas, las encantadoras y las "alfa".

Cita una frase que refleja cuán hastiada está de leer sobre las tribulaciones y dramas de las féminas empleadas y con vástagos que han terminado por creerse superiores a las que no han enfrentado esa ansiedad que, hasta cierto punto, es justificada pero excesiva:

"Claro, después de un tiempo se vuelve un poco deprimente leer sobre las minucias de sus hogares y sus pequeños dramas familiares", afirma Lucy Kaylin en "La perfecta extraña: la verdad sobre las madres y niñeras", un libro que demistifica el papel de la madre trabajadora.

Además de la información sobre sus vidas que atiborra las librerías y adorna los encabezados de los diarios en Estados Unidos, los ejemplos de madres solteras o casadas famosas, que se han abierto brecha en el mundo laboral y son exitosas, abundan.

México tampoco se queda corto. Aunque las más son anónimas, el país tiene ilustres ejemplos de mamás famosas que tienen poco que envidiarles a Jody Foster y a Angelina Jolie.

Para muestra, tres botones. Edith González despertó revuelo en la prensa de espectáculos al anunciar su embarazo durante la grabación de la novela "Mujer de Madera". Como ella, Erika Buenfil y Carmen Aristegui se "echaron el clavado" y son madres solteras con hijos.

El trío pertenece a las casi seis millones de jefas de familia en México que, guste o no, son el principal soporte económico en los hogares de aproximadamente 16 millones de personas, de acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de las Mujeres y del INEGI.

Y es que la quinta parte de las mamás mexicanas no están casadas y muchas han decidido tener hijos sin la figura paterna, en lo que es una tendencia creciente que ha cambiado el concepto tradicional de familia y que también ha sido analizada y documentada en el país.

Es sin duda alguna a ellas a quienes busca favorecer el mercado editorial con la abundancia de libros, artículos, cursos, seminarios y charlas sobre el difícil arte de ser madre trabajadora y única proveedora.

Sólo del grupo editorial Norma hay por lo menos tres libros sobre el tema, dos de la educadora de origen colombiano Angela Marulanda, otro de María Antonieta Barragán y Mónica León.

Y es que la consolidación profesional femenina suele coincidir con el desarrollo de su familia, fenómeno que ha provocado el alud de material editorial y periodístico que le ofrece apoyo, consejos y tips para equilibrar los dos mundos.

Es quizá el tono ensimismado el que debería bajar un poco. Como Deveny, es probable que haya muchos, y muchas, en México "muertos del aburrimiento de tanto hablar, oír y sobre la maternidad" y la mujer trabajadora. Así que mejor dejar el tema hasta aquí.

NTX/MLP

viernes, abril 13, 2007

Los nicaragüenses ahora sí hablan para defender su dignidad: Lourdes Pallais

Charla de la periodista con La Jornada sobre la historia reciente de su país

Los nicaragüenses ahora sí hablan para defender su dignidad: Lourdes Pallais

Anuncia que su novela Prisionera de mi tío, parte de una trilogía, circulará en México

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La periodista Lourdes Pallais retrata la vida de Nicaragua durante la dictadura a partir de su parentesco con los Somoza Foto: José Antonio López

La gran diferencia con la época de la dictadura de los Somoza es que hoy los nicaragüenses sí saben lo que es su dignidad. Hoy sí hablan, expresa la periodista María Lourdes Pallais, autora de Prisionera de mi tío: ficción y memoria con sello Somoza, ganadora del Premio Centroamericano Rafaela Contreras 2006 y de próxima aparición en México.

En esa novela, segunda de una trilogía, Pallais retrata la vida en Nicaragua durante la dictadura contándola desde dentro por el parentesco que la unió a los Somoza: es sobrina de Anastasio Somoza García y Anastasio Somoza Debayle.

Con los Somoza, narra Pallais, "Nicaragua era un país totalmente dominado por Estados Unidos, cuyos líderes fueron seleccionados y entrenados por Washington. Un pueblo pasivo, la gente no sabía cuáles eran sus derechos; no hablaban, con tal de que les dieran algo de comer, no criticaba, había una violencia contenida, mucha gente alcohólica por frustración, una pobreza escondida que no se veía a menos que te fueras a trabajar a los barrios pobres.

Ahora es la misma pobreza, la misma falta de educación, salud; pero la gran diferencia con la época de Somoza es que la gente habla. Hoy sí sabe lo que es su dignidad. El sandinismo que yo conocí; no del partido, sino del Frente Sandinista; fue un movimiento que, al margen de todos los destrozos que le hizo la guerra con Estados Unidos y los errores que cometió, sí logró dar a las personas el derecho de hablar, de criticar, de saber cuáles son sus derechos, su dignidad".

Amores, odios y obsesiones
La historia de Nicaragua es la protagonista silenciosa de una trilogía que comenzó con la novela-testimonio La carta (publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1996), y que ahora continúa con Prisionera de mi tío... que a la par de la ficción tiene elementos autobiográficos y cuya protagonista se llama Claudia.

En La carta, Claudia hace una revisión de los ideales que la conquistaron en la revolución; en Prisionera... Claudia es niña y cuenta lo que significó vivir dentro de la familia Somoza, las ventajas de ser una de las favoritas de Somoza García y después cómo va perdiendo un poco esos privilegios con la llegada de Somoza Debayle.

En su niñez, dice la escritora y periodista nicaragüense, Claudia "fue víctima del poder y perdió. Rompe con la familia, con todo lo que ello significa, es decir, también fue un rompimiento político".

En la parte que falta de su trilogía, en proceso de escritura, tras ese rompimiento "Claudia se sumerge en un intenso amor romántico y pierde".

Prisionera de mi tío "no sólo es una novela, en ella hay elementos de la realidad, con nombres reales. Recurrí a este género porque me permite jugar con la ficción y la realidad. No soy historiadora, soy periodista. En este libro las cosas son reales, pero tienen una cuota de fantasía e imaginación que no habría podido usar en una crónica o un reportaje", señala la autora, quien reconoce que a lo largo de las páginas su vida se mezcla con la de Claudia.

Sin embargo, aclara, "yo no me enamoré de mi tío. Es en parte autobiográfica, como ocurre con los personajes de casi todos los escritores. Hago un parangón tan obvio que muchos piensan, '¿se habrá enamorado ella?' Pero no, Claudia es un personaje creado por mí, inspirado en mis vivencias, en mis pasiones, que han sido alimentadas por amores, odios y obsesiones".

Es a partir de dos obsesiones que Lourdes decide dar su testimonio novelado: la primera es el asesinato de su hermano, Marcel, en octubre de 1979, que tuvo amplia cobertura en los medios por ser el único cercano a los Somoza que se unió a la causa sandinista. El homicidio aún no ha sido aclarado y al respecto existen tres versiones: para los somocistas fue ejecutado por los sandinistas, mientras éstos responsabilizan a los seguidores de los Somoza. La tercera teoría es que se trató de un asesinato callejero. Ella vivía en Estados Unidos y regresó a Nicaragua para el funeral.

Su segunda obsesión es el movimiento revolucionario. A partir del asesinato de su hermano, narra Lourdes Pallais, "me empapé de todo lo que tenía que ver con Nicaragua y con la revolución. Renuncié a la Associated Press y me dediqué al freelance con tal de que ese trabajo me llevara a Nicaragua. Me convertí en experta y simpatizante de los sandinistas, pero crítica. En realidad era simpatizante cien por ciento, pero quise mantener mi actitud crítica para que me contrataran".

Fue entonces cuando escribió un testimonio sobre la revolución sandinista, desde la perspectiva de un familiar de los Somoza que simpatiza con ese movimiento, destinado al público estadunidense.

Ese documento no se publicó, pero sí dio origen a La carta, y de ahí la necesidad de seguir narrando la historia reciente de Nicaragua.

jueves, abril 12, 2007

Imágenes de miradas cómplices de enanos toreros





Imágenes de miradas cómplices de enanos toreros: Lizeth Arauz
México, 18 Oct (Notimex).- La mirada cómplice entre ellos y la indiferencia ante el morbo de los demás es el sello de distinción del trabajo sobre los enanos toreros de Lizeth Arauz, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2005.
"Entre ellos se miran como cómplices y hacia los demás, los curiosos o morbosos, han desarrollado una mirada indiferente," opina la creadora de la serie "Mirar hacia arriba, los enanos toreros", 13 fotografías en exhibición en Guadalajara a partir de este jueves.
En charla con Notimex poco antes de la inauguración de la muestra en "Casa Escorza" de la capital tapatía, la artista, que prefiere el blanco y negro para su trabajo creativo, explica que le llamó la atención "cómo se adaptan a espacios los enanos".
Confiesa que tuvo que enfrentar sus propias aprensiones hacia "los chaparritos", como se dicen entre ellos, para captar la manera de adecuarse a su tamaño para moverse y, en el caso de los 13 que seleccionó, trabajar en espectáculos de toreo en plazas de provincia.
Con la exposición dedicada a los enanos toreros, Arauz, quien a sus 36 años está a dos meses de dar a luz a su primera hija, que llamará Sofía ("quiere decir sabiduría"), busca reflejar que "no es lo mismo mirar hacia arriba que hacia abajo".
El proyecto, que ha ayudado a "que la gente mire de manera diferente a los chaparritos" le permitió establecer una buena relación con sus personajes, aunque con algunos "no se dio una amistad profunda" por que no les gustaba ser fotografiados, lo que ella respetó.
Todo empezó con la escena de una pareja que veía a diario: Nestor, un "chaparrito" sentado en las piernas de Gaby, una mujer alta, ambos vendiendo tamales en la esquina de su casa. Lizeth cultivó la amistad de ambos para hacerles una foto.
Cuando llegó el momento de registrar la primera imagen, la pareja ya se había separado, pero él invitó a Lizeth a conocer a su grupo de toreros en la plaza de toros en Nezahualcóyotl para que elaborara un reportaje.
Ahí, fue testigo de "la maravillosa relación de los chaparritos con la gente", los vio vestidos de civil antes de la función, luego transformarse "para ser parte del entretenimiento", y después, reírse, contestar preguntas, dar autógrafos y tomarse fotos con los niños.
Y es que la estudiante de diseño (aunque nunca ejerció) estuvo una década en la escuela del "diarismo", que le dejó "una formación visual importante", donde aprendió la importancia del detalle para retratar una situación o describir un personaje.
Lizeth ha participado en 33 exposiciones colectivas y ha tenido dos exposiciones individuales "Europa: reflejos inhabitados en 2002" y "Olor a viento". Para las imágenes de esta última, se inspiró "en la pobreza de Acapulco y el contraste con la belleza de Guerrero".
La creadora, quien recibió el primer lugar en Fotografía individual política en la III Bienal de Fotoperiodismo 1999 y en Fotografía digital en el XXII Concurso de Fotografía Antropológica 2003, es fan del filme de acción pero su palabra preferida es paz.
No en balde su imagen predilecta es una escena del reconocido fotógrafo suizo René Burri, un ángulo del lago Kung-Ming-Hu, en Beijing, que refleja la tranquilidad del agua en segundo plano, y en primero, el caos de la hierba seca amontonada una sobre otra.
NTX/MLP/2006-10-18,12:23

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Considera Denise Dresser publicar segundo tomo de "Gritos y Susurros"

Considera Denise Dresser publicar segundo tomo de "Gritos y Susurros"
Por María Lourdes Pallais.
México, 10 Ene (Notimex).- Josefina Vázquez Mota y Amalia García son mujeres que Denise Dresser piensa agregar a lo que, en un futuro posible, sería un segundo volumen de su obra "Gritos y Susurros", que recoge experiencias íntimas de 38 mexicanas.
"Tal vez debería hacer otro volumen por todas aquellas que se quedaron afuera. Por ejemplo, Josefina Vázquez Mota o Amalia García y mujeres que, como ellas, no convoqué por diferentes motivos o porque no las conocía", confesó la académica del ITAM en charla con Notimex.
"Sí existe la posibilidad de hacer otro volumen. Pero cuando escribo un texto, en lo que estoy constantemente pensando es en cómo hacerlo original, no repetir lo que otros han hecho, hacerlo fresco", agregó la también politóloga cuya frase preferida es "alzar la voz".
Parecía pensar en voz alta. Al final aceptó que aunque ella busca que su obra sea única y evita repetirse, la idea de un segundo tomo de "Gritos y Susurros" es válida. "Me avoco a la originalidad pero reconozco límites", aseguró con una sonrisa inteligente.
Así, Dresser no descarta la idea de elaborar otro tomo del popular texto que recoge testimonios de mexicanas quienes invitan, como escribe en el prólogo, a viajar "en cabina de primera clase" -ella incluida-, y que accedieron a un "strip tease" en el libro.
Y es que las reflexiones de una lista de mujeres, que incluye a Laura Esquivel, Ana María Olabuenaga, Guadalupe Loaeza y Maria Rojo -lista que ella elaboró de manera "personal, intuitiva, visceral"- parten de una visión poco documentada en México: lo íntimo.
"En México siempre ha habido un muro muy alto entre lo público y lo privado, un muro que por cierto, en la medida en que el país se democratiza, empieza a derrumbarse y vamos a ser un país excesivamente preocupado por lo privado", vaticina la estudiosa.
Pero las "experiencias intempestivas" e historias íntimas que las 38 mujeres escogieron para "desnudarse en público", son de féminas que "han empujado las fronteras de lo posible", como "árboles con raíces profundas que han dado muchos frutos y seguirán dando".
Tan es así que la historia reconfirma su intuición, aseguró. Hace ya varios años, cuando elaboraba la idea y consideraba los personajes que incluiría, nunca pensó en Martha Sahagún. "Y tenía razón. ¨Quién es ella ahora? Nadie", sentenció la autora.
No es el caso de Carmen Aristegui, por ejemplo, cuyo texto "tiene una historia detrás" y es uno de los favoritos de Dresser. "Fue la última en entregar, el libro ya se iba a prensa y no me entregaba su texto".
Dresser fue la peor enemiga de la periodista, hasta que recibió tres cuartillas que "valen por 30". Titulado "Emilio querido" es una carta a su único hijo que empieza: "todavía no inicio la escritura y tengo ya lágrimas en los ojos. Te quiero tanto como dueles".
Otro texto que le toca a la investigadora de manera particular es el escrito por Marie-Pierre Colle Corcuera, quien acababa de enterarse que tenía cáncer de páncreas y murió días después de publicar el libro con más de 400 páginas y fotos de Rogelio Cuellar.
"Hay algunos textos que adoro, como el de Julieta Fierro", reveló Dresser sobre el testimonio de la actriz, titulado "Astronomía y amor".
Y es que a la coordinadora del libro le encanta "por la manera en la cual su texto corre en contrasentido con su persona publica; habla de cómo va a escribir su libro de manual, de cómo enseñarle a las mujeres a vivir más pleno el amor".
Pero Dresser tiene una palabra de cariño para todos los ensayos de su obra, porque en ella -como le dijo a su buena amiga y autora de uno de los textos, Consuelo Sáizar- "están mis afectos".
NTX/MLP/2007-01-10,11:56

sábado, marzo 31, 2007

Consuelo Sáizar desea escribir su ópera prima inspirada en Acaponeta


Consuelo Sáizar desea escribir su ópera prima inspirada en Acaponeta
* "Publicar en el Fondo sería el mayor de los honores", cuenta la directora del FCE.
Por María Lourdes Pallais
México, 17 Ene (Notimex).- Consuelo Sáizar, una correctora obsesiva quien, desde que se inició como editora, juró nunca competir con los autores, ahora confiesa que planea escribir una novela inspirada en su pueblo natal, Acaponeta, en el estado de Nayarit.
"Algún día voy a hacer una novela de Acaponeta. Una novela multifónica en la que cada quien tenga una historia y (contar) cómo se relacionan", revela la alta funcionaria en el amplio y sobrio despacho que ocupa como directora del FCE.
Aunque aclara que "a lo mejor ni la publique porque un editor no se debe de auto publicar jamás", sus historias familiares -que en la entrevista se escaparon de esa caparazón institucional que la protege con calidez-, son material narrativo de primer orden.
Para muestra, un botón: "Acaponeta y mi hermana Lolina", un ensayo sobre "la magia" de ese "pueblo marginado" en Nayarit, donde creció ella, una niña retraída y alumna sobresaliente, con su hermana sordomuda Lolina, sus padres y su tía Raquel, su segunda madre.
Hasta ahora, ese texto es el único en el que Consuelo -quien siempre soñó con ser directora del Fondo de Cultura, gusta rodearse de gente "inteligentemente sencilla y sencillamente inteligente" y no soporta la solemnidad- se ha "desnudado en público".
Uno de los 38 testimonios publicados en el popular libro "Gritos y Susurros", coordinado por Denise Dresser, el ensayo fue escrito en una noche y tiene pasajes de una intimidad y honestidad que sólo el talento de una escritora puede narrar de manera tan lograda.
En un memorable fragmento, confiesa que no fue una buena hermana. Consuelo era "taciturna y solitaria" y Lolina, su hermana menor, hiperactiva e incontrolable, vivía en un mundo "silencioso" donde "sus ojos y manos daban sonido a lo que hallaba a su paso".
Pero el testimonio omite la vez que Consuelo, de seis o siete años, olvidó su discurso para conmemorar el Día del Padre en su escuela de Acaponeta, tragedia que Antonio Sáizar, su padre, resolvió con un abrazo que aún le provoca lágrimas de nostalgia.
"Me quedé callada y mi papá que estaba al fondo con el presidente municipal, se levantó, estiró los brazos y caminó todo el tiempo con los brazos estirados", cuenta ahora en un momento de intimidad fulminante que el fotógrafo de Notimex prefirió respetar.
Para que Consuelo narre porqué Acaponeta es "la Atenas Nayarita"; porqué huele a caña y guayaba; cómo eran Inocencio Díaz, maestro de música, Agapita Jordán, de piano, Guillermo Llanes, poeta, y hasta la hermana de Pedro Infante, habrá que esperar su novela.
¨Cuándo? "Publicar en el Fondo sería el mayor de los honores", pero no lo puede hacer mientras sea su directora. "Algún día a lo mejor lo acepta el nuevo director", revela con una sonrisa. Sin duda, tendrá que ser cuando concluya su cargo, después de 2010.
La ahora cosmopolita -quien se trasladó a Tepic para luego terminar, a los 17 años, en el entonces "mundo impensable" de la Ibero en la Ciudad de México-, visita al menos una vez al año a su familia en Acaponeta, pero asegura que no regresaría a vivir ahí.
"No regresaría porque ya no funciona, ya tengo un proyecto de vida" en el Distrito Federal y además, en Acaponeta hace un calor sofocante. Recuerda cuando era niña de "10 absoluto en diciembre", pero en mayo "sacaba 9.9" lo que para ella, "era un trauma".
Al margen del clima, la vida hubiera sido más fácil para ella de haberse quedado en Acaponeta, reflexiona ahora. Pero como ha tenido la suerte, o la inteligencia, de "vivir del placer de hacer lo que te gusta", es una mujer feliz.
"Me siento muy satisfecha y muy feliz. Disfruto enormemente mi trabajo. Me siento profundamente afortunada, porque además puedo vivir mi estilo de vida con enorme libertad, sin reproches de nadie, sin crítica", cuenta con una sencillez aplastante.
Y es que, aunque estudió publicidad, ser directora del FCE, ha sido la gran sorpresa y el gran reto de su vida, y una permanente fuente de satisfacción. Y de éxito. Así lo vive ella, una de las primeras funcionarias ratificadas por el presidente Felipe Calderón.
Imposible evitar el tema del FCE con ella. Cuando habla de la "institución peculiar" que es la editorial descentralizada del gobierno mexicano, los ojos de Consuelo, siempre ataviada (vestir "no es algo que me atraiga") de estricto sastre gris o negro, brillan.
El FCE "es una institución muy peculiar porque tiene un pasado tan glorioso como promisoria es su cultura, y eso es gracias a sus grandes directores", como Daniel Cosío Villegas, Arnaldo Orfila y Miguel de La Madrid.
"El futuro me juzgará, pero yo intento estar a la altura de la historia, con un enorme respeto y admiración" por sus antecesores, cuya herencia aprovecha, cuenta, "de la mejor manera" para darle "mayor solidez al trabajo internacional" de la institución cultural.
La Acaponeta de su futura novela define a la Consuelo privada, pero la pública es, sin duda, "un poco elitista intelectualmente", una convencida de la importancia de defender el español, "redefinir" las instituciones mexicanas y "aprender a vivir como iguales".
NTX/MLP 2007-01-17,11:27