sábado, marzo 29, 2008

Sellan con sutil beso nueva etapa diplomática entre México-Cuba



Por María Lourdes Pallais, Enviada.

La Habana, 14 Mar (Notimex).- Sin la presencia física del convaleciente Fidel Castro y tras seis años de desencuentros diplomáticos, Cuba reanudó su histórica relación con México pese a lo que algunos llamaron "misión incierta" de la canciller Patricia
Espinosa que culminó con un sello triunfador.

En un jueves caluroso fuera de los salones de uno de los inmuebles que conforman la sede de la cancillería en La Habana que destaca en el centro de una capital despintada y con poco tráfico, pero, a pesar del clima artificial ahí dentro, la calidez del ambiente era similar.

El lenguaje diplomático, parco y seco en el caso del canciller Felipe Pérez Roque, y suave pero directo, en los labios de su par mexicana, parecía decorar las paredes del salón donde México y Cuba se volvieron a dar la mano que habían soltado en los últimos seis años.

"Con satisfacción subrayamos el hecho de que México y Cuba han superado el enfrentamiento que tuvieron en el tema de derechos humanos y las posiciones de ambos países en los organismos internacionales", dijo, solemne, el ex secretario personal de Fidel, como si su ex jefe lo estuviera escuchando.

"Mantener un diálogo permanente en un ambiente de cooperación y de respeto en este tema como parte del mecanismo bilateral entre las cancillerías", agregó el funcionario de 43 años conocido por su acartonada forma de expresarse y por nunca salirse del guión formal.

En cambio, la canciller mexicana, toda sonrisas, ataviada con una elegante blusa de seda verde y pantalones negros, hablaba con un poco más de soltura, pero dentro del mismo marco que rige la diplomacia, especialmente entre representantes de dos países que estuvieron alejados tantos años.

"El diálogo formal y abierto" recuperado ahora permitirá a México y Cuba "superar en el futuro cualquier tipo de fricción" en varios temas, entre ellos, el migratorio que "es de fundamental importancia", dijo una canciller sin duda ganadora.

Aunque los puntos en la agenda son varios y muchos, difíciles de resolver, la diplomacia de las intenciones podría convertirse en acciones con la anunciada visita de Pérez Roque a México en septiembre para llevarle al presidente Felipe Calderón una invitación de su colega cubano, Raúl Castro.

Entre los temas a discutir destacan migración, tráfico ilegal de indocumentados, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, los derechos humanos, la reactivación del intercambio comercial, el narcotráfico; en fin, el restablecimiento de una relación bilateral sana y constructiva.

El beso con que Pérez Roque recibió a Espinosa y el apretón de manos con que se despidieron este jueves recordó, por contraste, aquel forzado encuentro entre el presidente ecuatoriano Rafael Correa y su par colombiano Alvaro Uribe el fin de semana pasado en República Dominicana.

Quien sabe si Uribe y Correa se reconciliaron en serio. Pero, mientras un grupo de diplomáticos esperaba el saludo de rigor, amontonados en un salón como sardinas, Pérez Roque y Espinosa si rompieron el hielo este jueves.

Concluido el primer día victorioso, Cuba y México continúan este viernes con actividades como una entrevista con el vicepresidente Carlos Lage, el líder parlamentario Ricardo Alarcón y una ofrenda floral ante las estatuas de José Martí y Benito Juárez, para sellar su reencuentro.

NTX/MLP/FRC/MRG/

Festejan entre mojitos y anécdotas México-Cuba nueva fase diplomática



Por María Lourdes Pallais. Enviada

La Habana, 14 Mar (Notimex).- Mojito en mano, Felipe Pérez Roque, uno de los protagonistas de la reunión entre México y Cuba que abrió "una nueva etapa en la relación bilateral", hizo gala hoy de un anecdotario de recuerdos que rompió el protocolo del histórico encuentro.

"Siempre me preguntan sobre lo que no quiero hablar", dijo el diplomático cubano, de pie al lado de su colega mexicana Patricia Espinosa y de Francisco Soberón, presidente del Banco Central de Cuba, en alusión a la prensa que lo rodeaba y no quería perderse ni un suspiro del intercambio.

Sonriente y de excelente humor, con su típica guayabera blanca, mientras su par mexicana intentaba seguirle el paso, el funcionario cubano aseguró que cuando cita ruedas de prensa, los periodistas suelen mirar al techo cuando él habla y luego le preguntan sobre temas que no tenía previsto abordar.

"Me aprendo de memoria" las citas, confesó, pero siempre (la prensa) le sale con otro asunto, se quejó, relajado y bromista, sin duda contento por los acuerdos a los que llegaron que permitirán que dos viejos amigos, México y Cuba, retomen los temas de interés común de cara hacia el futuro.

Pérez Roque, un ingeniero eléctrico de 43 años, ha sido descrito por medios oficiales como uno de los colaboradores que más fielmente interpreta el pensamiento del convaleciente líder cubano Fidel Castro, quien cumplirá 82 años de edad el próximo 13 de agosto.

El joven dirigente también encaró en Ginebra, Suiza, en los últimos años, las gestiones de La Habana para evitar y rechazar las resoluciones adoptadas sobre Cuba por la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, remplazada por el Consejo de Derechos Humanos.

En su intercambio informal con diplomáticos y periodistas bajo el sol habanero, Pérez Roque exhibió un creciente dominio de la escena, en contraste con la actitud sobria y casi callada de la jefa de la diplomacia mexicana que escuchaba la plática del ministro cubano y respondía con breves comentarios y sonrisas.

Además de los dos cancilleres, sentados cerca, estaban Armando Hart, presidente de la Oficina Nacional Martiana, y el poeta Roberto Fernández Retamar, con igual cargo en la Casa de las Américas, ambos representantes de la vieja generación.

En otro ángulo del espacioso jardín de la residencia del embajador mexicano Gabriel Jiménez Remus, se encontraba Fidel Castro Diaz-Balart, hijo del convaleciente líder cubano Fidel Castro, una estampa juvenil del legendario jefe de la Revolución.

Así concluyeron, en un ambiente jovial en la majestuosa mansión, dos días de encuentros que sellaron lo que Pérez Roque y Espinosa proclamaron como el inicio de compromisos "para construir hacia el futuro sin mirar al pasado" en un clima de renovada confianza.

NTX/MLP/FRC/JEH