miércoles, mayo 18, 2005

Lecciones desde M�xico

PARA AQUELLOS QUE SE HAYAN OLVIDADO DE NICARAGUA.... UN ART�CULO DE CARLOS FERNANDO CHAMORRO, QUIEN FUE DIRECTOR DEL DIARIO BARRICADA Y AHORA ES UN CONNOTADO PERIODISTA EN LA NICARAGUA POST-REVOLUCION SANDINISTA.

Durante una r�pida visita al Distrito Federal la semana pasada, me toc� presenciar el �ltimo acto de la rebeli�n democr�tica que encabez� Andr�s Manuel L�pez Obrador, del centroizquierdista Partido de la Revoluci�n Mexicana (PRD), el pol�tico m�s popular de M�xico en estos tiempos.

Jefe de Gobierno del Distrito Federal, una especie de superalcalde de la urbe mexicana, L�pez Obrador le gan� una partida al presidente Vicente Fox, que a la postre consolida un aspecto crucial de la transici�n mexicana: las reglas para garantizar la alternabilidad en el poder.

Hace casi dos a?os, un juez de distrito acus� a L�pez Obrador de desobedecer una orden para suspender los trabajos del gobierno capitalino en la apertura de una calle. Esta diferencia administrativa devino en un asunto de Estado, cuando la procuradur�a mexicana acus� a L�pez Obrador de desacato, y llev� el caso al Congreso para, con los votos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acci�n Nacional (PAN), aprobar el desafuero del L�pez Obrador.

El jefe del Gobierno del DF siempre mantuvo que se trataba de un juicio pol�tico, para sacarlo del juego de la contienda presidencial del 2006. En consecuencia, su estrategia de defensa se centr� en el plano pol�tico, y no en la formalidad jur�dica, hasta que convirti� su causa en una cuesti�n de importancia vital para los ciudadanos y la defensa de la democracia.

Despu�s de varias semanas de rebeli�n c�vica, cuyo punto culminante fue la multitudinaria �marcha del silencio� del 24 de abril, cuando m�s de un mill�n 200 mil mexicanos marcharon de forma pac�fica hacia El Z�calo, finalmente Fox rindi� su rey.

Buscando una salida pol�tica al entuerto, el Presidente destituy� al Procurador que acusaba a L�pez Obrador, y nombr� a un sustituto, que produjo una salida salom�nica �L�pez Obrador podr�a ser culpable de desacato, pero el delito carece de una sanci�n penal aplicable a este caso�.

La portada de la revista Proceso titul� este acto �La rendici�n� (de Fox), mientras el peri�dico Reforma anunciaba: �Dan v�a libre a AMLO� (siglas de Andr�s Manuel L�pez Obrador), en alusi�n a la campa?a presidencial del 2006. De inmediato, Fox y L�pez Obrador se reunieron, pero ya no para hablar del pasado, sino sobre las reglas del juego en las pr�ximas elecciones, en las que el virtual candidato del PRD seguramente tendr� como contendientes a Roberto Madrazo del PRI y Santiago Creel del PAN.

?Cu�les son las razones del �xito pol�tico en la gesti�n de L�pez Obrador?, le pregunt� a taxistas, estudiantes, analistas, ciudadanos, y periodistas mexicanos. La mayor�a de sus respuestas coinciden en dos ejes nada espectaculares: mejor seguridad ciudadana y m�s obras de infraestructura que impactan positivamente en el descongestionamiento de la ciudad. Los periodistas agregaron otra explicaci�n, quiz�s m�s reveladora: buena comunicaci�n con la gente. Durante cinco a?os consecutivos, L�pez Obrador adopt� la costumbre de brindar diariamente una conferencia de prensa a las 6.30 de la ma?ana, conocida como la �ma?anera�, antes de empezar sus labores. De esa manera estableci� un precedente de dedicaci�n al trabajo y de paso las obras del gobierno del DF pautaron la agenda noticiosa de la radio y la televisi�n.

Con una trayectoria pol�tica radical, aunque ahora se proclama �centrista�, L�pez Obrador tambi�n ha contado con el apoyo de su partido y sus l�deres. Y aqu� surge un curioso paralelismo y a la vez un enorme contraste entre el PRD de M�xico y el FSLN de Nicaragua. Igual que Daniel Ortega en el FSLN, el l�der m�ximo del PRD, Cuauhtemoc C�rdenas, ha fracasado en tres ocasiones consecutivas en su intento de ganar la silla presidencial. En honor a la verdad, C�rdenas gan� la elecci�n de 1988, pero un gigantesco fraude del PRI le escamote� la victoria para colocar en Los Pinos a Carlos Salinas de Gortari. Despu�s de perder en las siguientes dos elecciones, C�rdenas a�n mantiene su aspiraci�n presidencial y ante la emergencia de L�pez Obrador, el l�der del PRD reconoce la nueva realidad pol�tica y adopta una actitud digna de un estadista. A sabiendas que no ser� electo candidato, C�rdenas insiste en que debe organizarse una elecci�n primaria, y se apresta a competir para promover el debate program�tico en el PRD.

?Se imaginan ustedes a Daniel Ortega, reaccionando con el mismo talante democr�tico ante las aspiraciones presidenciales del ex alcalde de Managua Herty Lewites? Esa es, ni m�s ni menos, la distancia que hay entre la izquierda democr�tica que representa C�rdenas y la izquierda autoritaria que encabeza Ortega.

Pero el caso L�pez Obrador tambi�n representa una ense?anza

para Enrique Bola?os. Y es que cuando un l�der se toma el riesgo de convocar al apoyo ciudadano para una causa democr�tica, es posible derrotar cualquier pacto o confabulaci�n legal. L�pez Obrador derrot� al PRI y al PAN, aun con su mayor�a y legalidad en el congreso, porque elev� al m�ximo los costos pol�ticos de la arbitrariedad y puso en riesgo la esencia de la transici�n mexicana, obligando a Fox a rectificar.

En otras palabras, hizo lo que Bola?os nunca se atrevi� a hacer cuando tuvo la oportunidad en el 2002, de convocar a las masas y liderarlas. Para Bolanos ya es demasiado tarde; en cambio, Herty Lewites y Eduardo Montealegre a�n tienen la oportunidad de aprender esta valiosa lecci�

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