En medio de la constante desaparición de periódicos impresos y del surgimiento diario de nuevas publicaciones digitales, un medio mexicano,Reporte Índigo, pionero del periodismo de Internet en ese país, tomó la decisión de dar un salto atrás y convertirse en medio impreso. IDL-Reporteros le pidió a María Lourdes Pallais, su corresponsal en México y columnista de Reporte Índigo, un despacho sobre ese sorprendente paso y sus consecuencias.
Por María Lourdes Pallais.-
En México, país de pocos lectores, el mercado de medios tradicionales está saturado, con más de medio millar de publicaciones diarias, un buen porcentaje de éstos con escasa publicidad, bajos tirajes y nula verificación. En ese panorama contradictorio, varios medios digitales han encontrado la oportunidad en el medio cibernético, que menos del 30 por ciento de la población habita.
Son los portales AristeguiNoticias, ADNPolítico, Sin embargo, Animal Político, La silla rota yReporte Índigo. La mayoría se nutre de información dura, de coyuntura. Algunos reproducen las portadas de los medios nacionales de referencia y textos de diarios internacionales sobre México.
Solo Animal Político y Reporte Índigo se especializan en periodismo de investigación, pero el segundo ofrece sobre todo “entendimiento”.
Reporte Índigo: ¿un periódico vivo?
Lo que distingue a Reporte Índigo entre los medios digitales mexicanos y latinoamericanos, es la decisión sorprendente que tomó su director general, presidente y fundador, Ramón Alberto Garza García: pasar de ser un sitio digital semanal a un diario impreso cinco días a la semana.
Garza García explica así su sorprendente decisión.
“Apostamos por la innovación y (…) enriquecimos la experiencia multimedia con el reto de ser el primer periódico vivo en el mundo”, escribió el pasado 23 de abril, día que el impreso cumplió un año.
Garza asegura que Internet no ha matado al papel y en México, la realidad lo secunda. Solo tres de cada 10 mexicanos tienen acceso a la red. Y esa, argumenta Garza, fue la razón de los anunciantes para querer ver su publicidad en papel. Si, además, ese diario tiene novedoso contenido multimedia, como “Índigo Vivo” -una aplicación gratuita que aparece como un punto azul en el impreso y lo reproduce en una suerte de realidad aumentada- mejor todavía.
Un pionero
Garza García dejó dos gigantes del periodismo tradicional en México, El Universal y Grupo Reforma, así como un puesto directivo en Televisa, la cadena de televisión en español más grande del mundo, para fundar Reporte Índigo, que empezó como una revista digital semanal con un puñado de empleados y ahora, entre la redacción digital y la impresa en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, tiene más de 100. Fue el primero en el país y se mantiene, a decir de muchos, como el más original.
Todo empezó en 2006, cuando Garza puso en marcha una redacción casi familiar, centrada en una agenda propia. Y le añadió contenido visual interactivo, a veces rayando en el sensacionalismo. Pero fue un hit. Leer Índigo fue lectura de rigor en las redacciones de los medios tradicionales durante seis años. Y se ganó un importante nicho de lectores.
Todo iba a pedir de boca.
Con Alfonso Romo Garza, un empresario de Monterrey, Nuevo León, como mecenas desde el inicio de la aventura, Garza García era un hombre exitoso e independiente al frente de un producto innovador que marcaba agenda.
Era la época de las portadas vistosas del entonces presidente Felipe Calderón con antifaz; del titular del ahora extinto Ministerio de Seguridad Genaro García Luna como policía perverso y simulador; de la entonces candidata del PAN Josefina Vázquez Mota crucificada.
Hasta que, a principios del 2012, Romo decidió no seguir financiando el proyecto. Las versiones que dio el empresario varían. Que sus socios en Vector casa de Bolsa, una institución financiera con presencia en 17 países, le pidieron detener la operación porque no dejaba dividendos. Que el entonces presidente Felipe Calderón, cansado de las implacables críticas contra su gestión y la de García Luna –su funcionario engreído-, lo presionó.
Lo cierto es que Romo dejó huérfano a Índigo.
Entra entonces al escenario de la crisis económica del medio el empresario español nacionalizado mexicano Antonio Navalón, ex socio de Banco Argentaria Trust y hasta 2007 representante del Grupo Prisa en México.
Conocido como “el gran conseguidor”, Navalón ya compartía un video de opinión con Garza que hasta hoy se conoce como “Puntos sobre las íes”.
Navalón, quien hoy funge como Vicepresidente y Director Adjunto de Reporte Índigo, le ofrece entonces a Garza recursos de un “grupo de socios” allegados a él para sacar una versión impresa. Garza se resiste pero al final cede. Así nace Reporte Índigo Cinco Días hace un año.
Aunque se desconoce quiénes son los inversionistas, desde entonces, en su versión digital e impresa, el medio recibe recursos de dos empresas mexicanas, Moltoservizi SA de CV y Multimedia Cinco.
La metamorfosis
El impacto del tabloide de 48 páginas que se vende de lunes a viernes por 10 pesos mexicanos (un poco menos de un dólar), con un supuesto tiraje en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey de 120 mil ejemplares, no está claro.
Alejandro Fuentes Garza, director editorial en la actualidad, dijo a IDL-Reporteros que por política la empresa no divulga datos duros de su primer año de vida como medio impreso.
Su nombre está asociado al color índigo, estimulante de la imaginación e intuición. En sus animaciones e ilustraciones no falta el sentido del humor, con un toque tragicómico musical de fondo. El grueso de sus diseños se adorna con fotos trucadas que algunos consideran de mal gusto, como una portada donde aparece la periodista Carmen Aristegui con una cinta adhesiva gris en la boca, para ilustrar que su libertad de expresión estaba siendo coartada al haber sido despedida por insinuar que el entonces presidente Calderón era alcohólico.
Puede ser controvertido en lo gráfico, pero en febrero pasado, The Society for News Design, cuya misión es “perfeccionar la comunicación en el mundo a través de la excelencia en el periodismo visual”, le otorgó seis Premios de Excelencia por su diseño, una distinción a la calidad en la comunicación visual.
Si bien es cierto que ha apostado por el papel, Reporte Índigo no ha querido quedarse atrás en Internet.
ÍndigoTV, por ejemplo, es “una herramienta fundamental para la divulgación, viralización y consumo de nuestro trabajo periodístico”, dice a IDL-Reporteros Juan Carlos Altamirano, director de Multimedia.
“Tenemos un promedio de mil descargas semanales en la App store. Contamos 180 mil descargas en dos años y medio en la misma App store. En el sistema operativo Android contamos con 7 mil 610 instalaciones”, dice Altamirano.
La opción índigo
Los editoriales diarios de Navalón, con el enfoque internacionalista de quien conoce las redes del poder; y de Garza, con el humor cáustico de quien duda de todo y de todos, son la marca editorial de Reporte Índigo.
Plagado de los defectos de un medio pequeño que parece negarse a crecer, Reporte Índigo Cinco Días se mantiene como una “boutique” periodística.
Busca adelantarse a los hechos, explicarlos, ir más allá de ellos. Pero a veces los reporteros se pierden con aquello de ofrecer entendimiento más que información. Y se nota…
Aunque el diario tiene que salir, en ocasiones, con la coyuntura, en general sus portadas son originales, como la del pasado 19 de abril, sobre el “Comandante Carlos Slim”, el hombre más rico del mundo.
A la Índigo, Slim aparece provocadoramente vestido de militar.
La autora del reportaje, Icela Lagunas, le logró a Reporte Índigo Cinco Días romper un récord de likes (más de cuatro mil) en la web con “Las hijas del PRD”, una historia sobre las hijas de los izquierdistas en el Distrito Federal.
El texto cuenta el nepotismo de los políticos de izquierda de turno en la capital mexicana.
Cumplido el año, el futuro de Reporte Índigo Cinco Días sigue incierto. En su editorial del pasado 23 de abril, cuando cumplió 12 meses de vida, Garza, llamado por algunos “encantador de serpientes”, despreciado por otros como “un loco”, se refiere al gobierno de Enrique Peña Nieto, pero podría estar hablando de su propio medio.
“¿Qué esperar para el año por delante? Todo y nada. Todo, si las inercias del nuevo gobierno son consistentes. Si persisten en sepultar lo obsoleto, reconfigurar el poder y aprovechar el MeMo (Mexican Moment). Nada, si todo se deshace como un castillo de naipes por falta de cimientos y de sustento de largo plazo. Si acaba en mercadotecnia barata, como les pasó a Fox y a Calderón”♦
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