Tras el auge de la industria electrónica y la creciente importación de equipo de cómputo usado de Estados Unidos, México, país que carece de la infraestructura adecuada para disponer de esos desechos tóxicos, está a punto de convertirse en el tiradero electrónico del vecino país.
“Las montañas de estos productos electrónicos obsoletos están creciendo en proporciones tales que pronto se desencadenará una crisis, a menos que las corporaciones de la industria electrónica, que se benefician de la fabricación y venta de estos aparatos, enfrenten sus responsabilidades”, advirtió Marisa Jacott, responsable de la campaña de tóxicos de la organización ambientalista Greenpeace.
En entrevista con Xinhua, la experta aseguró que para el año 2010 el número de mexicanos con computadoras llegará a los 40 millones y, como consecuencia del desarrollo de la industria, pronto se desatará una explosión de basura tóxica que contiene químicos peligrosos y metales pesados.
En México, cada año cientos de miles de viejas computadoras y celulares son depositados en tiraderos a cielo abierto exponiendo a los trabajadores de las maquiladoras de electrónicos a sustancias y solventes usados en la producción.
Así, mientras los responsables de resolver y regular el tema se hacen de la vista gorda, esta nueva basura se acumula a pasos agigantados en México.
Guste o no, México ya enfrenta el problema de la chatarra electrónica, pero aún no existe información confiable sobre las toneladas mensuales que se tiran a los basureros del país, mucho menos del número de equipos que se encuentran obsoletos.
“Los países en desarrollo como México estamos afectados fundamentalmente por lo que es la manufactura y el ensamble de este tipo de industria electrónica. En México se fabrican un numero importante de computadoras y teléfonos celulares para el mercado latinoamericano”, enfatizó Jacott.
En efecto, en toda la geografía mexicana existen más de 600 establecimientos y alrededor de 361 mil empleados en esa industria, de acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de Industria Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática (Canieti).
Pero Rogelio Garza Garza, director de esa entidad que congrega a empresas operadoras y proveedores de equipo de telecomunicaciones en México, no parece preocupado.
Aunque aceptó que es cierto que en México no existen cifras confiables sobre la cantidad de chatarra electrónica que recibe, en su opinión, el peligro de contaminación no es inminente porque la penetración de la tecnología en el país es baja por ahora.
“Es importante mencionar que en México, hoy en día no se llega aún a esos niveles (de basura tóxica), debido a dos factores: primero, la penetración de la tecnología que es mucho más baja y segungo, existe un mercado secundario y terciario para muchos de los productos electrónicos.”
Además, en su opinión, la industria que genera este tipo de productos “está trabajando en la regulación que pretende crear programas de recolección de material, para que no se convierta en un problema“.
A la pregunta de qué medidas concretas está tomando la industria en México para impedir que el país se convierta en un basurero electrónico de Estados Unidos, Garza respondió:
“Al día de hoy, existe una regulación adecuada para controlar un potencial problema de residuos electrónicos. Actualmente para importar a México equipo de cómputo hay procedimientos y normas.”
Al margen de estos trabajos, “las empresas del sector cuentan hoy con diversos programas voluntarios en los que ayudan a los grandes usuarios de tecnología, quienes pudieran producir el mayor número de estos residuos, a manejarlos de una manera ambientalmente responsable y de acuerdo a sus políticas a nivel mundial,” agregó Garza.
Aunque a fines del 2003, Garza se pronunció preocupado porque “el 2004 sea el inicio de una etapa de acercamiento barato y confiable a las nuevas tecnologías y no una pesadilla”, hoy aseguró que la tendencia apunta “a un acercamiento de tecnologías a bajo costo y confiables (...) cada vez con menos daños al ambiente ecológico.”
En ese entonces, el director general de la Canieti alertó:
“No nos vayamos a convertir en un basurero de Estados Unidos, el mercado de Estados Unidos de computadoras va arriba de los 83 mil millones de dólares, con uno por ciento que deseche, que desecha mucho más, nos inunda”.
Hoy, en entrevista con Xinhua, Garza recordó sus palabras, pero aseguró que la industria electrónica “está trabajando” para regularizar los lineamientos e impedir que México se convierta en el basurero del vecino país.
“Ya estamos trabajamos en la norma de equipo usado, esa ya está en la Dirección General de Normas y estará próxima a que sea publicada, “ dijo.
Las normas, cuyos detalles Garza no precisó, pretenden “prevenir que México se convierta en un tiradero electrónico, así como prevenir que se genere un ambiente de competencia entre los que venden computadoras en México y los que importan para que tengan en la mira ofrecer garantías o refacciones“, dijo.
Mientras tanto, Greenpeace mantiene una alerta roja sobre la crisis que generan los basureros electrónicos a nivel global, pues la cantidad de esos productos desechados por los países de todos los continentes se ha disparado en los años recientes.
Los registros de Greenpeace confirman que cada año se generan entre 20 y 50 millones de toneladas de residuos en el mundo.
La organización ambientalista estima que el cinco por ciento de toda la basura sólida municipal en el mundo es electrónica (e-waste), “lo que equivale a casi la misma cantidad de basura que se genera por plásticos utilizados en el ambalaje”.
El problema de la chatarra electrónica no es exclusivo de los países desarrollados y como ejemplo, Greenpeace señala a Asia, donde se desecha cada año apróximadamente 12 millones de toneladas de productos electrónicos.
En la actualidad, la basura electrónica es un componente creciente de la basura municipal, pues las personas cambian cada día con mayor frecuencia que antes sus celulares, computadoras, televisiones, equipos de audio, impresoras, entre otros.
En Europa, por ejemplo, la basura electrónica se incrementa entre tres y cinco por ciento cada año, casi tres veces más rápido que todo el flujo de basura.
En los próximos cinco años, se estima que los países en desarrollo triplicaran su producción de este tipo de desechos”, de acuerdo con Greenpeace.
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jueves, agosto 25, 2005
México a punto de convertirse en el basurero electrónico de Estados Unidos
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