jueves, agosto 25, 2005

SOBRE EL ESTADO DE LAS TELECOMUNICACIONES EN MÉXICO

Las telecomunicaciones en México, tanto en telefonía fija como móvil, han registrado un crecimiento casi 10 veces mayor al de la economía del país en 2004 debido a sus estrategias de reducción de tarifas.
El tráfico en las redes celulares presentó un incremento de 35.2 por ciento en términos de minutos. Para marzo de este año, se registró una base de 40.8 millones de usuarios de este servicio y una reducción en las tarifas de 33.5 por ciento en los sistemas de postpago y de 14 por ciento en los de prepago o fichas.
En tanto, el segmento de larga distancia internacional de entrada aumentó 31.8 por ciento y el de larga distancia nacional repuntó 5.8 por ciento, cifra que contrasta con la tasa cero del mismo trimestre del 2003.
Un ejemplo del crecimiento de las telecomunicaciones en México es el caso de las compañías del magnate Carlos Slim, cuyo poder está por encima de la autoridad del gobierno.
EL REY MIDAS MEXICANO
Si existió el rey Midas de Frigia, hoy Turquía, o sólo fue parte de una apología descrita en la mitología griega, no lo sabemos con certeza. Lo que es innegable es que México cuenta con su propio Midas: Carlos Slim Helú.
Clasificado como uno de los principales “hacedores de fortuna en América Latina”, Slim Helú pasará a formar parte de los anales de la historia no sólo porque ha sabido quintuplicar y diversificar su riqueza hacia todos los sectores de la economía, sino porque se mantiene desde hace una década en la lista de los 20 más ricos del mundo, según la revista Forbes.
Hoy, Slim es uno de los hombres con mayor peso en el mercado accionario mexicano, pues sus ocho consorcios —que forman parte de las 35 emisoras que participan en el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)— ejercen una influencia de 47 por ciento del PIB.
En 1990, compró la entonces estatal Teléfonos de México (Telmex), ahora el gigante del sector que controla el 78 por ciento del mercado fijo y un año antes, la empresa móvil Telcel, que ahora cuenta con 34 millones de clientes y controla entre el 85% y el 90 por ciento del mercado móvil.
“Es un tipo brillante, talentoso, agresivo en el buen sentido de la palabra y visionario. Muy respetado en el país y sus dichos, declaraciones, propuestas, posicionamientos son muy destacados en los medios“, en opinión de Javier Lozano, un abogado experto en telecomunicaciones que fundó el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones en México.
Las 102 empresas industriales, comerciales y de servicios propiedad de Slim inscritas en la BMV cerraron el primer trimestre de este año con una ganancia conjunta de 44 mil millones de pesos (4.04 millones de dólares), beneficio 32.1 por ciento superior al de los primeros tres meses de 2004, revelan informes del mercado bursátil recopilados por la casa de bolsa Acciones y Valores-Banamex.
El conglomerado forjado por Slim Helú participó con 37.5 por ciento, una ganancia de 16 mil 500 millones de pesos (1, 520.46 de dólares), aproximadamente, en los primeros tres meses de 2005 mediante Americas Telecom (Amtel), Telecom Carso Global (Telecom), Grupo Carso, Telmex, Grupo Sanborns y América Móvil (Amx).
El grupo de las cinco empresas con mayores activos posee propiedades valuadas en un billón 222 mil 300 millones de pesos (20,484.70 de dólares). Cuatro de ellas llevan el sello empresarial de Carlos Slim: Telecom, Telmex, Amtel y Amx, con activos de 926 mil 900 millones de pesos, algo así como 11.8 por ciento del PIB.
“Todo esto ocurre porque no se ha consolidado la competencia en México. Además, se siguen aplicando tarifas excesivas con la complacencia en buena medida del regulador (la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel)”, agrega Lozano.
“Su dinero tiene una rentabilidad adicional. Aquí creo que la gran dudez es si es legítimo que esa riqueza se siga dando a partir de obtener una renta excesiva”, en palabras del experto y ex presidente de Cofetel.
Sin duda polémico, Carlos Slim supo amalgamar la estrategia de Bill Gates, George Soros y Warren Buffet. Tan es así que este hombre de estilo austero y poco afecto a los reflectores podría perfilarse —para algunos— como un posible candidato presidencial a futuro.
Pero, ademas de que Slim sufre del corazón y ha dejado muchas de sus empresas a cargo de uno de sus hijos, muchos coinciden que no le conviene involucrarse en política de manera directa. Según Lozano, si lo hace, podría perder el inmenso poder que ahora tiene.
“No veo a Slim lanzándose a una aventura de esa naturaleza. Se ha dicho que la persona que se arriesge a buscar la candidatura presidencial, corre el riesgo de perder el poder. Difícilmente el presidente tiene tanto poder como Slim,” asegura Lozano.
Aunque muchos insisten que “el salvador millonario”, como ya lo conocen en algunos callejones del Centro Histórico, podría ser el financiero estratégico para aquel —Andrés Manuel López Obrador, uno de ellos— que logre contar con su amistad y billetera.
Lozano no está tan seguro.
“Es indudable que cualquiera que llegue a la presidencia tendrá que escucharlo, pero no lo veo como el estratega ni el que defina la política económica del país“.
Sobre el manejo que hace Slim de sus bazas políticas y apoyos, Lozano es tajante:
“Es cauteloso y equilibrado, y yo creo que hace bien. Me parece que su posición como el hombre más rico del país y de Latinoamérica, tiene que ser así. No es cierto que él sólo apoyó a (Francisco) Labastida (candidato del Partido Revolucionario Institucional, PRI, en la elecciones del 2000), sino que en diferente medida ha apoyado a todos (los que fueron candidatos en esa elecciones) --a (Cuahtémoc) Cárdenas (fundador del centro-izquierdista Partido de la Revolución Democrática, PRD), al propio Labastida y a (Vicente) Fox“, del centro-derechista Partido Acción Nacional (PAN), asegura Lozano.
En opinión del experto, en las elecciones del 2006, Slim tendrá un comportamiento igual de cauteloso. “Creo que estará propiciando que se de una lucha pareja, que todos los candidatos tengan recursos para sus propuestas. Me parece que va a apoyar a todos pero con ninguno se va a casar definitivamente”.
RIESGO DE MONOPOLIO
A pesar del crecimiento de usuarios de telecomunicaciones ante la mayor participación de concesionarios, se corre el riesgo de que frente a la difícil situación financiera por la que atraviesan algunas empresas haya una mayor concentración del mercado en un sólo operador (Slim), de acuerdo con Abel Hibert Sánchez, director de Planeación y Análisis Económico de (Cofetel), la autoridad reguladora del sector.
Francisco Gutiérrez, presidente del Comité de Análisis de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), está de acuerdo con Hibert Sánchez.
En su opinión, la concentración de Slim en el mercado de las telecomunicaciones representa un riesgo “porque es una sola persona y cualquier situación que llegara a presentarse a esa sola persona afecta a la mayoría del mercado para bien o para mal”.
En 2004, asegura Gutiérrez, el tráfico de llamadas de larga distancia creció 3% respecto al 2003 y el operador que tuvo mayor incremento en el número de llamadas fue Telmex con un 8.4%, mientras el resto de los operadores cayó un 13%.
Por ello, el gran reto de la Cofetel es cómo regular Telmex, “ya que su nuevo modelo de negocios se ha concentrado sobre todo en la transmisión de datos, y el título de concesión otorgado en 1990 se diseñó con mucha visión a futuro, pero para el sector de telecomunicaciones de aquellos años, por lo que se debe adecuar a las condiciones actuales”, agrega.
Para los nuevos participantes, abunda, ante el avance tecnológico, a pasos agigantados “debemos procurar la aplicación de la ley, fomentar la participación de los competidores y evitar la concentración del mercado en uno sólo”.
Por su parte, Lozano opina que el monopolio de las telecomunicaciones en México no es “un riesgo“, sino “una situación real“.
Slim “tiene una posición dominante en cinco mercados esenciales (transporte inter-urbano, larga distancia nacional e internacional y llamadas locales),” acota el experto.
Para muchos investigadores, la competencia real en las telecomunicaciones simplemente no existe en México.
“Nunca fue permitida; nunca fue promovida. Porque el señor Slim controlaba ´la última milla´, controlaba el acceso de cualquier compañía a la línea telefónica de cualquier casa, controlaba la interconexión irremontable. Porque con ese control logró bloquear a la competencia”, sentencia la prestigiosa periodista Denise Dressen.
Sin embargo, en 1995, en un intento de desregularizar el sector y activar la competencia, el gobierno de México instauró una nueva Ley de Telecomunicaciones, que aumentó el período de concesiones a 30 años para cable o fibra óptica, mientras que lleva a 20 años la explotación del espectro radioeléctrico.
Estas concesiones son renovables por períodos de tiempo iguales. La ley introduce asimismo, dos importantes modificaciones: la privatización de los satélites y la apertura de servicios satelitales desde satélites extranjeros.
Muchos, como el Senador del derechista PAN Javier Corral, piensan que la ley debe modificarse porque la actual es “ambigua”.
En su opinión, urge no sólo porque “se requiere incorporar los avances tecnológicos, figuras jurídicas de mayor transparencia y certeza, sino también porque bajo muchas de las ambigüedades y lagunas de la actual ley, el monopolio privado que opera la red nacional de Telmex ha resultado el único favorecido con que no hayan cuajado disposiciones que en favor de la competencia se habían contemplado”.
Pero Lozano insiste que más que una nueva ley, lo que el sector necesita es “la aplicación estricta de la que tenemos“.
APUESTA POR EL MAYOR TRÁFICO
En mayo pasado, autoridades mexicanas dijeron que las empresas de telefonía fija comenzaron a aplicar un plan que recortará escalonadamente las tarifas que cobran por llamar a un teléfono móvil.
La medida, que contempla recortes de hasta un 35 por ciento a tres años, busca impulsar el tráfico de llamadas.
Cofetel anunció que el recorte entró en vigencia el 1 de enero y las grandes telefónicas fijas, como Telmex y Telnor, tendrán que aplicar una tarifa por minuto de 2.25 pesos (0.20 dólares) a quienes llamen desde un teléfono fijo a un móvil frente a los 2.50 pesos que se cobraban en el 2004.
Agregó que el cargo por minuto que cobran las compañías telefónicas por llamar a celulares irá bajando anualmente.
“En 2006 será de 2.03 pesos y en 2007 de 1.82 pesos, lo que implica una baja de 35 por ciento en términos reales”, de acuerdo con el regulador. “Con estas reducciones las tarifas desde teléfonos fijos a móviles se ubicarán en niveles internacionales”.
La medida fue impulsada por operadoras de telefonía móvil que apuestan por que la reducción en los precios generará más tráfico de llamadas hacia sus redes.
Sólo cinco de cada 10 mexicanos tienen acceso a algún tipo de teléfono, ya sea móvil o fijo. Muchos con el abaratamiento de los teléfonos móviles se volcaron en la telefonía inalámbrica en lugar de pagar una renta por línea fija.
En mayo pasado, durante la celebración del “Día Mundial de las Telecomunicaciones,” Jorge Arredondo, presidente de la Cofetel, destacó que se debe potenciar el acceso a las telecomunicaciones entre un mayor número de mexicanos a precios más accesibles.
Lo anterior, porque aceptó que hay una demanda insatisfecha en diversas zonas de México, aunque las condiciones están dadas para potenciar el crecimiento de ese sector, por lo que sólo se necesita de un mayor esfuerzo de las autoridades para continuar su desarrollo.
ESTRATEGIAS
Las compañías de telefonía móvil en México están rayando la cancha y definiendo sus estrategias comerciales y operativas para este año. Hoy ya tienen todas las cartas sobre la mesa, los cargos de acceso ya fueron definidos por la autoridad –con una caída de 26.5 por ciento, lo cual ha dado pie a una avalancha de campañas publicitarias que dan una luz de lo que será la guerra en los próximos meses.
Los énfasis estarán dados en tres ámbitos: la reducción de costos, el incentivo de llamadas de teléfonos fijos a móviles y una batería de nuevos planes que se ajusten a la nueva realidad tarifaria.
La baja de los cargos de acceso golpeó los bolsillos de las compañías móviles, ello porque cerca del 40 por ciento de sus ingresos provenían de este ítem. Por eso, tras el anuncio de su decreto tarifario, las empresas comenzaron a idear la forma de paliar esta caída.
La primera jugada fue ajustar los costos. Un claro ejemplo de ello, es la nueva apuesta de Telefónica Móvil (propiedad de Slim), que lanzó de manera reciente un móvil con su propia marca TSM (Telefónica Servicios Móviles), que permite una rebaja sustancial en el valor de los equipos y, a la vez un mayor ingreso medio por cliente.
Con esta apuesta, las empresas también buscan amortiguar el tema de los subsidios. Hasta antes del decreto, la bandera de lucha de las firmas era que una caída aguda de sus cargos de acceso sacaría a cerca de un millón de clientes del sistema.
Estos serían los usuarios de menores recursos -con sistema de prepago-, que se verían imposibilitados de renovar sus teléfonos, a los precios registrados hasta ahora, producto del subsidio que han hecho las móviles. Al parecer la búsqueda de aparatos más económicos frenaría este éxodo.
Al mismo tiempo, las empresas están desarrollando atractivas estrategias de marketing que –curiosamente- no buscan captar clientes, sino tráfico. Los slogan son diversos pero la esencia es la misma: hoy llamar a un celular de un teléfono fijo cuesta más barato.
Las compañías apuestan a que al subir el tráfico podrán mantener los niveles de ingresos que tenían antes de la caída de los cargos de acceso: menos precio, pero más cantidad. Y no sólo eso, también quieren reducir el nivel de teléfonos fijos bloqueados para hacer llamadas a móviles, cifra que en la actualidad se acerca al 60 por ciento de los aparatos.
Entel fue la primera en reaccionar al cambio regulador y, a sólo dos días de anunciado el decreto tarifario, lanzó una potente publicidad en diarios, televisión y radio, donde se invita a los usuarios a llamar sin problemas a un móvil Entel, bajo el slogan “porque hoy vale menos podrás llamar más“.
A futuro, la estrategia básica del sector es la convergencia tecnológica, en palabras de Javier Lozano.
“Van a aprovechar las condiciones que existen y con ellas prestar más servicios. Van a apostar a la tecnología y a la selección de nichos de mercados,” sentencia el analista.
UN SECTOR “NOBLE” QUE CRECE AL MARGEN DE LAS AUTORIDADES
Los datos del crecimiento de las telecomunicaciones en México demuestran que, en opinión de Lozano, “lo que estamos viendo es que el sector sigue creciendo con o sin el apoyo de las autoridades. Es un sector muy noble y muy vigoroso. La población crece. Están entrando los jóvenes. Hay nuevos hogares”.
De acuerdo con José Otero, presidente de Signals Strategic Consulting, una consultora especializada en telecomunicaciones y tecnología de América Latina y el Caribe, “para crecer, los operadores van a tratar de incrementar suscriptores móviles en los estratos más bajos“.
Y agrega: “Esto sirve tanto para ganar clientes como para detener con los que ya cuenta, como lo está haciendo Telcel“.
Un ejemplo del crecimiento de las telecomunicaciones en México es el caso puntual de América Móvil, una de las dos mayores empresas móvil de Latinoamérica. A casi 5 años de haber nacido, ya tiene 68 millones de suscriptores y un valor de mercado de 34.000 millones de dólares.
Algunos analistas financieros, como Ana Ocejo, de Scotiabank Inverlat, dudan que la empresa vaya a “tomar pasivos para hacer adquisiciones“, como sería el caso de entrar al mercado español, cosa que desde hace cuatro años viene intentando América Móvil.
En Latinoamérica, donde compite cuerpo a cuerpo con la española Telefónica Móviles por coronarse como la mayor celular de la región, América Móvil podría poner la mira en Digitel, una celular de Venezuela, donde no tiene presencia.
"En Latinoamérica, lo que le vendan a buen precio lo van a comprar", asegura Martín Lara, analista de la correduría Santander Investment en la Ciudad de México. "En Venezuela yo estoy seguro que van a ir porque es una operación chiquita Digitel. Creo que van a hacer lo posible por comprarla, pero a un valor justo".
Slim suele comprar compañías en problemas a precios de ganga y así fue como hizo crecer a América Móvil.
La telefónica opera en México, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina. A fines de marzo ganó una licencia para operar en Perú y en mayo acordó comprar una celular en Paraguay.
Y lo cierto es que la telefónica de Slim va a seguir desembolsando dólares en los próximos meses: América Móvil aumentó su presupuesto de inversiones a 2.500 millones de dólares para este año.
Pero el mercado de España es muy distinto al latinoamericano, con una penetración casi total del teléfono móvil, menor crecimiento de suscriptores, y precios y consumo mucho mayores.
Los analistas aseguran que, si no se concreta una compra de participación en Xfera, América Móvil podría aterrizar en España revendiendo tiempo aire, como hace en Estados Unidos con su subsidiaria TracFone.
“Me queda claro que estan buscando una manera de entrar (a España)... donde puedan competir a nivel precios“, en opinión de José Luis Ramírez, de Deutsche Ixe.
Pero para Otero, América Móvil carecer de ventajas positivas para entrar a España “porque las empresas españolas tienen mejores economías.”
Además, América Móvil “no existe como marca en Espana, ni siquiera tiene una marca regional. No es lo mismo ir al mercado masivo los mercados de USF a través de subsidios. No es lo mismo competir en euros que en monedas nacionales, a menos que decidan hacer una inversión millonaria. No entiendo la ventaja competitiva de competir en España.”
Según Lozano, para Slim, la lucha abierta es en Latinoamérica con Amx esencialmente. El tomó una posición minoritaria en MCI y ya la vendió. “En Estados Unidos, como operador mexicano en Estados Unidos, Slim necesita una autorización que nunca se la van a otorgar, porque los Estados Unidos son los grandes promotores de la competencia mientras no les afecte a ellos“.
LAS TELECOMUNICACIONES DESPUÉS DEL 2006
En el escenario post-electoral, los analistas parecen estar de acuerdo que la victoria del Partido Acción Nacional (PAN), que derrocó al PRI en las elecciones del 2000, con Vicente Fox como candidato, favorecería más a la salud y al crecimiento de las telecomunicaciones en México.
“Sería mas favorable para las inversiones extranjeras en el sector si llega el PAN al poder y no Andrés Manuel López Obrador (pre-candidato del PRD que encabeza las encuestas desde hace más de un año). La tentación autoritaria de romper monopolios puede ser más proclive si (López Obrador) llega, a que si llega (un candidato) del PAN o del PRI“, argumenta Lozano.
Y abunda: “lo que habrá que ver es quien es capaz de hacer una mayor promoción de la inversión, de dar certidumbre jurídica al inversionista. Me parece que ese equilibrio lo puede dar un candidato al que yo apoyo que es Felipe Calderón Hinojosa (del PAN)”.
“Por otro lado, el PRI sería más cauteloso y beneficiaría más al sector. El PRD, es una gran duda la que ronda porque no sabemos bien a bien lo que haría (si gana la candidatura de Andrés Manuel López Obrador). Si nos fijamos en su historia, en sus dichos y en su actitud, no sería raro que nacionalice empresas, cierre puertas, rompa monopolios, pero por otro lado, no sé si a la mera hora cambie su discurso y se comporte como cualquier capitalista”.
De cualquier forma, se mantiene una cierta incertidumbre sobre qué haría López Obrador de llegar a ganar la contienda electoral. En una reciente declaración, el pre-candidato del PRD dijo que para el desarrollo de las telecomunicaciones y del transporte en la zona metropolitana --que incluye a la Ciudad de México y zonas conurbanas--, México necesita la asesoría y el apoyo de España.
De manera que no está definido si, de llegar a la presidencia, López Obrador cerraría las puertas a la inversión extranjera.

EL GRUPO PERALTA EN LA BANDA ANCHA DE INTERNET EN MEXICO
A principios de 2004, el presidente Fox inauguró la conectividad a Internet de alta velocidad y servicio telefónico de un establecimiento educativo en el Estado de México por medio de PLC, una alternativa a la banda ancha de internet que convierte la red de energía eléctrica en un tendido de telecomunicaciones, al enviar señales de telecomunicaciones sobre los cables eléctricos.
Para asegurar esta coexistencia de señales, se utilizan diferentes rangos de frecuencias.
La conexión se logró por medio de las redes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el patrocinio de Grupo IUSA, uno de sus principales proveedores. Aquí, el grupo de otro magnate mexicano, Carlos Peralta, principal accionista de la empresa móvil Iusacell, trabaja en conjunto con la española Tecnocom en la implementación del PLC con equipos de la empresa también ibérica DS2.
En opinión del analista Juan Gnius, Vicepresidente de Signals Telecom Consulting, el emprendimiento no deja de ser una prueba, en un país donde la expansión de la banda ancha de internet no es masiva.
Para que sea comercial aún resta saber el papel legal que tendrá la CFE, una empresa estatal que ingresaría —aunque de manera indirecta— a participar del mercado de telecomunicaciones, donde todas las empresas que participan son privadas, advierte el experto.
También resta la opinión del regulador y el PLC no figura en su agenda de temas en el corto y mediano plazo. El problema que puede enfrentar México —como ya ha sucedido— es que varios órganos políticos (secretarías de Estado) y de regulación entrecrucen sus responsabilidades en la reglamentación del PLC.
Por un lado la Cofetel deberá velar por la utilización del espectro que utiliza el PLC para cursar señales de comunicaciones; por otro se encuentra la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y, seguramente, también tendrá injerencia la Comisión Federal de Competencia (COFECO).
La meta de la CFE —una vez logrados los permisos y autorizaciones— es poner a disposición de los operadores de telecomunicaciones la red de baja y media tensión, mediante licitaciones que podrían tener lugar el año próximo. Los operadores, en tanto, correrán con las inversiones de equipamiento PLC y su comercialización.
Signals enmarca las pruebas de Grupo IUSA y la CFE en el primer caso descrito anteriormente, en el que ambas empresas ya tienen una relación comercial establecida. Grupo IUSA es uno de los principales proveedores de materiales eléctricos de la CFE.
Se podría dar una relación “win-win”, donde la CFE obtenga canales para gerenciar su red de manera remota, y las empresas de telecomunicaciones de la familia Peralta se beneficien con la red de transmisión y de última milla.
El último emprendimiento de los Peralta se denomina VoxIP, una compañía enfocada en la provisión de voz sobre IP (VoIP) sobre conexiones de banda ancha. Otra de las empresas del grupo presta conexiones satelitales a e-México, el mayor programa gubernamental para reducir la brecha digital.
En esta ramificación de las empresas del Grupo Peralta en telecomunicaciones, VoxIP es quien mayores sinergias encontrará con la incursión en PLC, en caso de que la experiencia con la CFE se traduzca en un servicio comercial. La voz sobre IP requiere de conexiones de banda ancha para funcionar y el PLC le daría esta posibilidad.
Y, entre otras ventajas que le daría el PLC a VoxIP —mayores aún que la capacidad de transmisión— se encuentra el acceso a las instalaciones de los clientes (residenciales y corporativos) sin utilizar las líneas de última milla de Telmex ni las centrales, dado que cuestiones como desagregación de redes y coubicación permanecen como temas tabú en las discusiones regulatorias de México, en opinión del analista de Signals.
De resultar exitosa la experiencia mexicana podría dar un fuerte impulso al PLC, debido a su envergadura. La CFE atiende a más de 125.934 localidades, de las cuales 122.712 son rurales y 3.222 urbanas.
Aún cuando el servicio de energía eléctrica llega al 95.4 por ciento de la población, quedan por electrificar 73.457 localidades con un número reducido de habitantes clasificados por su nivel de población: 3.925 localidades de 100 a 2.499 habitantes y 69.532 localidades con una población menor a 100 habitantes. La CFE proporciona servicio de energía eléctrica a 22.3 millones de clientes, cifra que ha mostrado un crecimiento medio anual de casi un 4.4 por ciento durante los últimos seis años.

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