miércoles, marzo 29, 2006

Cumplen las mujeres hasta en 96% el pago de sus créditos




Cumplen las mujeres hasta en 96% el pago de sus créditos

Por María Lourdes Pallais

México, 29 Mar (Notimex).- Concepción Santiago Palma tomó el control de la fábrica de focos de camiones de su marido cuando éste abandonó el negocio. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, la competencia aumentó y ella sólo tenía un molde. Solicitó un crédito y se separó de su marido.

Desde hace 2004, Concepción, de 60 años, es dueña y señora de una pujante fábrica de focos de camiones en la Ciudad de México. Aceptó a su marido de regreso, pero no para controlar el negocio.

Cuando el esposo de Silvia González Cuevas emigró a Estados Unidos llevándose el coche y el tractor que la pareja tenía para trabajar la tierra en un rancho de Guanajuato, ella decidió no echarse a llorar. Se organizó y descubrió "las redes truculentas" que le permitieron armar su propia aseguradora de cosecha.

Hoy, tras formar con éxito una asociación en su gremio, Silvia se convirtió en la primera mujer aseguradora de cosecha en México. Cuando su marido regresó, la encontró con coche y tractor nuevos.

Vero, una artesana "talentosísima" empezó su negocio con apenas 80 pesos. Solicitó un crédito y empezó a trabajar. Ahora, sus artesanías se venden como pan caliente en la cadena de tiendas Liverpool.

Son tres de 40 mil mujeres mexicanas de 26 estados que han logrado sacar adelante un negocio y ahora forman parte de una organización que busca capacitarlas en las tareas de contabilidad y administración de sus empresas, así como generar enlaces comerciales entre ellas mismas y solicitar créditos.

Así lo cuenta Rosanna Teruggi Pereda ("Rosca"), la coordinadora nacional de Renaces, la Red Nacional de Mujeres Productoras y Empresarias Sociales, quien viaja por el país desde hace nueve meses para recordarles la importancia del "trabajo en conjunto".

Por sus tradiciones y cultura, las mujeres que integran la red "nunca pensaron que iban a tener la oportunidad de tener su propio negocio" pero muchas se vieron obligadas ante el aumento de la migración de sus compañeros, en opinión de Rosanna.

"La migración de sus esposos detonó el fenómeno: o salían a la calle a poner su propio negocio o sus hijos no tenían qué comer", asegura la promotora. "Y este espíritu de sí se puede se ha ido contagiando aún entre mujeres cuyos maridos no dejaron el país".

Por otro lado, no todas, pero muchas mujeres de Renaces, especialmente las que trabajan en el campo, han sido víctimas de violencia intrafamiliar, informa la emprendedora.

Rosanna comparte con Notimex una anécdota que refleja la gravedad de esta situación:

"Un día se me acercó una señora y me dijo quiero detonar la red en mi estado porque mis papás me abandonaron cuando nací, mi esposo me dejó por mi mejor amiga y fui violada. Me tocaba guardarme en un cuartito y dejarme morir pero descubrí que existía la opción de salir adelante. Lo que quiero es que otras mujeres descubran que existe esa opción".

En los últimos tres años, los programas a favor de la mujer productora empezaron a proliferar en México a raíz de una política de apoyo que surgió desde el nivel municipal hasta el federal, al margen de los partidos políticos, en palabras de "Rosca".

En el año dos mil, de su presupuesto de mil millones de pesos anuales Fonaes, por ejemplo, un órgano de la Secretaría de Economía de apoyo a productores indígenas y campesinos, sólo otorgaba 4% de crédito a la mujer. En 2005, esa cifra aumentó a más de 40%.

En Zacatecas, la actual gobernadora Amalia García, del PRD, creó un programa de crédito que privilegia a las mujeres. En Michoacán, el también perredista Lázaro Cárdenas creó otro programa de pequeños créditos para las féminas.

En cada estado, las mujeres productoras tienen su forma "muy particular" de trabajar, abunda la joven promotora.

"En Tlaxcala trabajan mucho por grupos de hermanas. En San Luis Potosí, por familias. En Michoacán y Zacatecas, generalmente la mujer trabaja sola por el alto nivel de migración. En Baja California Sur, apenas empieza a despertar".

En el Distrito Federal, Renaces apoya a un grupo de tres mil vendedoras ambulantes del Centro Histórico, que no forman parte de la red porque pertenecen a la economía informal.

Las mujeres de este grupo vienen de muchos estados, son víctimas de "mucha drogadicción y prostitución", pero se están organizando para formar una asociación civil, y Renaces les dará asesoría legal, fiscal, psicológica y le ayudará a instalar una guardería. "Quieren entrar a la economía formal".

Antes de fines de siglo, las féminas en México "no tenían oportunidad de acceder a ningún crédito" hasta que "los bancos, y a todos los niveles de gobierno, se empezaron a dar cuenta que cuando se le otorgaba un crédito a una mujer el porcentaje de pago es de alrededor del 96%", concluye la promotora social.

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