viernes, octubre 01, 2004

Cuando le cae a uno bien el autor que entrevista...

Muchos le han jurado que el Hotel Balmori, título de su más reciente novela, (Joaquín Mortiz-Planeta) existe y está en el centro de la ciudad de México. Pero Francisco Pérez Arce asegura que “si existe, no tiene teléfono“.
En todo caso, para el autor es un hotel ficticio. “Probablemente me inspiré en un cine, el Balmori, de la Colonia Roma, que existía en mi infancia. Además, Balmori es un nombre muy sonoro, por eso me gustó,” explica a Crónica a propósito de este libro en el que recrea momentos cruciales del último tercio del siglo XX mexicano a través de la historia de Alicia, La China, el personaje en torno al cual gira la trama.
La China es una mujer que busca el pasado de su padrastro y encuentra historias insospechadas con sabor a guerra sucia: la masacre de una familia campesina en Morelos, dos sobrevivientes, la guerrilla de los setenta, un militar arrepentido y un desenlace insólito en el Balmori, un famoso hotel capitalino.
¿Qué significa la literatura para el autor de esta novela con un trasfondo político evidente? “Difícil pregunta... Creo que es la manera de actuar libremente, moverte en un territorio conocido sin ataduras con la realidad“.
En una suerte de paradoja, lo que busca La China es casualmente lo que autor quiere olvidar: ataduras con la realidad. La joven de 18 años está sola en el mundo, sin familia ni pasado, salvo un joven estudiante de filosofía que se convierte en su novio y compañero de aventuras.
“Es un personaje entrañable... una adolescente aniñada que ha perdido todo, que necesita raíces y quiere conocer su historia”, comenta Francisco Pérez Arce.
Un episodio inesperado la lleva a investigar el pasado de su padrastro, que acaba de morir, y en sus investigaciones, encuentra el trasfondo de la novela: además de la masacre de campesinos cometida por el ejército, dos sobrevivientes que logran huir, nexos con la guerrilla de los setenta y un militar arrepentido; todos protagonistas que viven momentos políticamente cruciales del último tercio del siglo pasado.
Esta novela de trasfondo político, urdida audazmente, de personajes bien construidos y lenguaje vivo, es también la historia de una mujer “de su empeño por recuperar la memoria que no es de ella sola sino de todos“, dice el autor.
¿Y por qué una mujer? “Para tomar distancia... uno puede caer fácilmente en la tentación de la autobiografía, y en efecto, uno cae, como en momentos me pasa a mí en esta novela, pero quería que la protagonista fuera una mujer para no terminar siendo yo”.
La novela le surgió, cuenta, “de una anécdota, así como surgen a veces las novelas. No tenía interés de escribir una novela histórica y de hecho, no lo es. Es totalmente ficción: la atmósfera, el andamiable, sólo el trasfondo proviene de la realidad...”
Está narrada en dos tiempos y en dos planos: inicia en 2000 y concluye en el 1984 “porque la novela es una investigación sobre el pasado: arranca de una hebra —el cuaderno que le entrega un desconocido a La China en el metro— que conecta ese presente con un acontecimiento 30 años atrás: la masacre campesina en el México de 1973“, explica el autor.
Pero si el trasfondo es la llamada “guerra sucia“, el tema central es la memoria, lo que el autor confirma:
“La memoria en el sentido que la necesidad de La China es que la memoria le dé trascendidad; una muchacha de 18 años no se pregunta su pasado pero si pierde todo eso y además en un accidente encuentra su padrastro, pues eso se convierte en algo vital”.
Finalmente, Francisco Pérez Arce, que además de Hotel Balmori, es autor de La Blanca (1987), Dios nunca muere (1992) y El Día de la Virgen (1994), promete que su próxima novela será simplemente una novela de amor...

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