sábado, julio 22, 2006
Su inspiración, su musa, fue "la televisión o Internet": Beatriz Rivas
Su inspiración, su musa, fue "la televisión o Internet": Beatriz Rivas
Por María Lourdes Pallais.
México, 19 Jul (Notimex).- Virginia Wolf se inspiró en el océano para escribir "Las Olas", una de sus mejores obras. Beatriz Rivas ha encontrado la musa en un lugar mucho más mundano: la televisión e Internet.
La idea para elaborar "Todas mis vidas", una obra en proceso, le surgió un día que "un día que me metí a Internet a buscar mi nombre y salieron muchísimas páginas porque es relativamente común", cuenta la autora de "La hora sin diosas", su primera novela.
"De pronto leo: "Beatriz Rivas fue asesinada con 52 puñaladas", y "Beatriz Rivas es la nueva ganadora del reality show en Venezuela", y así salieron infinidad de Beatrices", agrega la también maestra en letras modernas por la Universidad Iberoamericana.
Así, "Todas mis vidas" estará narrada en tercera persona y será un compendio de siete u ocho personajes, todos llamados Beatriz, cada uno con una historia basada en la información cibernética que encontró la escritora, cuenta Beatriz Rivas en entrevista con Notimex.
Además, se le ocurrió incluir en su obra a la Beatriz de Dante, y contar lo que sucede en la vida de su homónima, la protagonista de "La Sombra del Viento", de Carlos Ruiz Zafón, cuando termina esa novela.
En el caso de "Viento Amargo", su segundo libro, el germen no fue precisamente el "amor intangible" que la narradora confiesa, en la solapa del libro que publicó Alfaguara de manera reciente, albergar por Napoleón Bonaparte desde la secundaria.
Tras ver un programa de televisión sobre "El Gran Corso" que narraba la relación entre Miss Betsy (Elizabeth Balcombe), de 14 años, y el emperador de más de 50 durante dos años de su vida en el exilio de Santa Helena, Beatriz Rivas quiso averiguar en qué se basaba ese vínculo.
"Me dio curiosidad entender cómo se podían llevar y de qué platicaban una niña inglesa (su peor enemigo) fresca y un emperador derrotado y nostálgico", cuenta la también periodista de 41 años.
"Viento Amargo no busca retratar a Napoleón en todas sus etapas, ni con su corona y capa de armiño, ni hablar de las campañas, ni de Josefina, sino simplemente se centra en esas conversaciones (entre Miss Betsy y "El Gran Corso") durante casi dos años", explica Beatriz.
El Napoleón en el exilio de Santa Helena de la novela de Beatriz, que conversa a solas con Miss Betsy, es un hombre "cansado, triste, enojado, arrepentido, aislado, que convive con ratas y cucarachas en una casa llena de humedad"; añade la creadora.
Así, la escritora ha logrado fusionar su imaginación de novelista con la historia reproducida en la televisión o vertida en el caótico mundo cibernético, donde ella misma se movía como periodista, oficio que empezó a abandonar cuando nació su hija Isabelle, de cinco años.
Y es que Beatriz opina que para una mujer es difícil "lograr el equilibrio" entre ser una exitosa profesional, madre y esposa al mismo tiempo.
Cuenta que cuando escribió "La hora sin diosas" lo hizo, en parte, motivada por entender ese fenómeno femenino.
"Normalmente las que son buenas mamás y buenas esposas, no tienen una profesión exitosa, o es casi imposible que los hijos no les reclamen a las profesionistas algún día porqué los enviaron a la guardería desde chiquitos".
La idea "de tiempo calidad" y no "tiempo cantidad" para los hijos, en su opinión, "se dice muy fácil pero llegas a la casa a las siete y media cansadísima, son muchas horas. Es cierto que cada vez es más fácil, pero sigue siendo difícil", sentencia.
Su último trabajo fue como asesora en comunicación del ex canciller Jorge Castañeda, y lo único que añora de esos años "es la lana" porque el mundo de la ficción la tiene fascinada.
M.-¨Cómo ha tratado la literatura mexicana del siglo XX escrita por hombres a la mujer?
B.-No le ha dado un papel preponderante. La mujer es siempre como la representante del amor, de la familia. No tiene un papel muy fuerte ni es protagonista. En general, las preocupaciones de los hombres son más hacia fuera: la política, lo que está pasando en el mundo, y las de las mujeres como que son más íntimas, más existenciales.
M.-¨Existe una literatura femenina?
B.-Existe la literatura escrita por mujeres. Creo que hay libros que si les quitas el nombre del autor, y lees la novela, puedes tratar de adivinar si fue escrito por hombre o por mujer, mientras que hay otros que sí puedes saber que fue escrito por una mujer. Y hay libros de hombres que pudieron haber sido escritos por una mujer,
M.-¨Qué habría pasado si Madame Bovary o Anna Karenina hubieran sido escritas por una mujer?
B.-Si en esa época la habrían escrito mujeres probablemente no serían novelas paradigmáticas, probablemente muy poca gente las habría leído. A veces tiene más peso que un hombre escriba sobre una problemática femenina que una mujer lo haga.
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