sábado, marzo 25, 2006

La juventud en hilos, ya no de oro, sino de propileno



La juventud en hilos, ya no de oro, sino de propileno

Por María Lourdes Pallais

México, 15 Mar (Notimex).- Muchos aún le llaman "hilos de oro". Hoy, a ese procedimiento estético para rejuvenecer el rostro femenino sin bisturí se le conoce como "hilos rusos, aptos o antiptosis". El material que se usa ya no es oro sino propileno, que es altamente resistente e imperceptible al tacto.

Así lo cuenta Enrique Estrada Lobato, médico estético dedicado a introducir hilos en la piel de sus pacientes para reacomodar tejidos, mejorar el contorno del rostro, levantar los pómulos y las mejillas, alisar las líneas de expresión y "quitar algunos años de encima".

El especialista, originario de Baja California y que es además médico nuclear, empezó a interesarse por el método hace 10 años, preocupado por las arrugas de su propio rostro.

"Cuando cumplí 30 años me veía despintado, con muchas arrugas y parecía mucho más grande que mi edad. Empecé a estudiar medicina estética y me empecé a hacer cosas yo sólo. Me he inyectado botox, los hilos, vitaminas, etcétera", cuenta el experto de 40 años, quien no tiene una sola arruga y muestra un rostro de niño.

Luego de probar con éxito ese y otros métodos estéticos sin bisturí en su familia y sus amigos, Estrada decidió poner su propio consultorio. Ahora, divide su tiempo entre su consultorio privado y el que tiene en el Instituto Nacional de Cancerología.

La aplicación, comúnmente conocida como "hilos rusos" por la nacionalidad de su creador, el cirujano plástico e investigador ruso Marlen Sulamanidze, causó una auténtica revolución en el campo de la cirugía estética a mediados del siglo pasado.

La técnica conocida como "hilos de oro" llegó a México desde Francia; nunca fue aceptada por la Administración para Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.

Se llamaba así porque "dejaba una red de hilos de oro en el rostro, pero el oro daba mucha reacción alérgica, se salían los hilos, la piel los rechazaba", cuenta Estrada.

En 2000, cuando los "hilos de oro" se volvieran "rusos" y de propileno, el cirujano plástico brasileño José Antonio Beramendi optimizó las características del implemento.

Asimismo, desarrolló nuevas técnicas de implante que modificaron y mejoraron los resultados de lo que ahora se conoce como "hilos aptos o antiptosis" (que quiere decir sin caída).

El propileno es un material usado desde hace más de 40 años en cirugías de corazón y gastrointestinales, y desde que reemplazó a los "hilos de oro", la FDA también le dio la bendición, relata el cirujano Enrique Prieto. Sigue LA JUVENTUD EN. dos. Prieto En México, nueve de cada 10 mujeres mexicanas prefiere los "hilos rusos" a otros tratamientos plásticos no quirúrgicos, y el médico "que ha tenido buenos resultados y tiene experiencia en este método también lo prefiere", agrega el especialista.

La revolucionaria técnica, que se ha popularizado en México en los últimos tres años, consiste en introducir bajo la piel, por medio de una aguja diminuta, unos hilos de propileno prácticamente invisibles que soportan el tejido adiposo estirándolo y fijándolo en una nueva posición, sin dejar cicatriz.

"Los hilos son un material de sostén que nos va a dar un rejuvenecimiento facial sin necesidad de tener una cirugía más completa", asegura Estrada.

El procedimiento dura unos 45 minutos, no requiere hospitalización, se realiza con anestesia local y de manera ambulatoria.

Aunque Estrada y otros recomiendan tomar antiinflamatorios y antibióticos en el postoperatorio, la inflamación "es mínima por lo que la mujer puede regresar a trabajar en 24 horas", relata el experto.

Estrada cobra mil pesos por hilo introducido y cada procedimiento consta de un mínimo de seis hilos. Sus tarifas son ligeramente menores que los de la gran mayoría de especialistas en México, que cobra entre 12 mil y 13 mil pesos por intervención.

Pero los hilos, muy utilizados en el área facial de las mujeres especialmente para mejorar los surcos a cada lado de la nariz hasta el mentón, levantar las cejas o manejar el ascenso de tejidos caídos en la mejilla, tienen sus limitaciones.

Lourdes Rodríguez Rodríguez, cirujano plástico del Hospital Dalinde de la ciudad de México, alerta contra los hilos fabricados en México y en China, que son de baja calidad, y contra la realización del método por médicos sin título en esa especialidad o en dermatología.

Si el paciente no toma esas precauciones, corre riesgos de adquirir alguna infección, quedar con asimetrías en el rostro o sufrir lesiones en algún nervio de la cara que le provoque parálisis facial, agrega la experta.

Tampoco se recomienda a mujeres obesas o mayores de 60 años. En "la mujer que le sobra piel, ya no mejora esas áreas; es decir, después de los de 55 años aproximadamente", sentencia el doctor Prieto.

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