sábado, julio 01, 2006
Despunta feminización de la política en Latam: BID
Despunta feminización de la política en Latam: BID
*La mujer es más capaz que el hombre para combatir la corrupción y la ineficiencia gubernamental
A partir de los nuevos cupos instituidos en México y América Latina para que las mujeres tengan un mínimo de representación (entre 20% a 40%) en las listas partidarias para elecciones legislativas, las féminas son consideradas como modelos a seguir, de acuerdo a un nuevo estudio del BID.
La medida aumentó la cantidad y las oportunidades de postulantes bien calificadas (mujeres con alto nivel educativo) sin recurrir a asegurar sus derechos, señala la investigación de Mayra Buvinic, Jefa de la División de Desarrollo Social del Departamento de Desarrollo Sostenible del BID, y la consultora Vivian Roza.
Todo ello es parte de una tendencia en América Latina que despunta desde hace un par de años: cada vez más mujeres ocupan altos cargos gubernamentales, señala el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.
En la última década, la participación de la mujer en la política latinoamericana aumentó de 9% a 14% en las secretarías, de 5% a 13% en el Senado y de 8% 15% en la Cámara de Diputados, un incremento de más del 50% en todos los casos, señala el estudio del BID.
La investigación, titulada "La mujer, la política, y el futuro democrático en América Latina", agrega que existe un creciente y cada vez más politizado bloque de votantes mujeres en la región.
"El progreso que las mujeres han alcanzado para adquirir las capacidades que les permiten asumir el liderazgo constituye una característica exclusiva de América Latina", agrega el documento que incluye a México y a 17 países latinoamericanos.
La tendencia a la feminización de la política, "que pareciera ser permanente", coincide con un cambio democrático en la región que inició hace un par de décadas.
"Después de una o dos décadas de regímenes autoritarios en muchos países, la democracia regresó a América Latina.(.) Este nuevo período democrático ha coexistido con una pérdida de la credibilidad y del poder de los partidos políticos tradicionales", acota el informe de 2004.
Así, "los movimientos sociales de base y otros movimientos ciudadanos, inclusive los de la mujer y de los pueblos indígenas, en parte han llenado el vacío de liderazgo político que dejaron los partidos tradicionales", según el documento.
En la medida que las mujeres lleguen a constituir una "masa crítica" en las ramas del poder ejecutivo y legislativo en América Latina, podrán tener mayor capacidad para influir en los debates y en la agenda política de su país", de acuerdo con las conclusiones de las investigadoras.
El estudio incluye los resultados de una encuesta de Gallup que asegura que, en América Latina, votantes de ambos sexos están convencidos de que la mujer está más capacitada que el hombre para combatir la corrupción y la ineficiencia gubernamental.
El sondeo, encargado por el BID en seis importantes ciudades de América latina, incluyendo la Ciudad de México, encontró que el 57% de los consultados opina que las mujeres están mejor preparadas para ser líderes gubernamentales que los hombres.
En 2004, "la percepción de que las mujeres son menos corruptas llevó a que los alcaldes de Lima y Ciudad de México aumentaran el número de mujeres en las fuerzas policiales, ubicándolas en cargos claves para combatir la corrupción, basándose en la explícita presunción de que sería más difícil que ellas aceptaran sobornos", lee el documento.
Por otro lado, dos factores alientan y ayudan a predecir el continuo crecimiento del liderazgo político femenino; la tendencia modernizadora en la preferencia de los votantes de la región (favorable a las mujeres) y la transición demográfica, indica el estudio.
A ello se debe agregar el compromiso de la comunidad internacional, reflejada en la Declaración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, firmada por los líderes mundiales en el año 2000, y la crisis política de la región que, tal vez paradójicamente, abrió espacios para la participación de la mujer en la política.
En ese año, las mujeres y los votantes jóvenes tenían una opinión más positiva de las mujeres como líderes políticos que los hombres, los votantes con menor educación y los votantes de más edad.
El 62% de las mujeres opinó que las mujeres son mejores gobernantes, versus el 51% de los hombres; y el 58% de los votantes con alto nivel de educación manifestó que votó por una candidata mujer, versus el 40 % de los votantes con bajo nivel de educación, revela la investigación.
En tanto, en México, que cuenta con 52 millones 963 mil 660 mujeres (de una población total de 103.1 millones, según el INEGI) y más del 50% integra el padrón electoral, los tres principales partidos políticos incorporaron a mujeres en áreas trascendentales de sus campañas electorales.
El equipo del candidato presidencial de Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa, está integrado en su mayoría por mujeres, muchas de ellas, como su esposa, la diputada Margarita Zavala Gómez y la coordinadora de campaña, Josefina Vásquez Mota, participan en decisiones estratégicas.
En el caso de Roberto Madrazo Pintado, candidato de la Alianza por México, destacan mujeres como Mayela Quiroga Tamez, diputada por el sexto distrito de Monterrey, Nuevo León, y la periodista Beatriz Pagés Rebollar, directora de la revista Siempre.
Andrés Manuel López Obrador, de la Alianza para el Bien de Todos, cuenta con el apoyo de Socorro Díaz, coordinadora de las redes ciudadanas y una de las principales operadoras del perredista en varios estados claves nor-occidentales del país, y de la escritora Elena Poniatowska, asesora en el área cultural.
El estudio del BID concluye: "La presencia política de la mujer en puestos de toma de decisiones, aunque esté creciendo, permanece baja si consideramos que representan el 50% de la población" en la mayoría de los países latinoamericanos, incluyendo México.
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